El portavoz de la familia de Pablo Sierra y presidente de la asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha confirmado esta mañana en el programa 'Espejo Público', de Antena 3, que el teléfono móvil del joven de 21 años que desapareció en la madrugada del 2 al 3 de diciembre tenía manchas de sangre, «pero no significa que fuera reciente ni que sea de Pablo, hasta ahora no se sabe». Amills ha asegurado también que la Policía Científica se encuentra analizando el dispositivo, que fue localizado en El Pico del Guadiana, motivo por el cual las primeras búsquedas se centraron en esa zona. Para ello, han tomado muestras de ADN tanto de la familia como del propio Pablo a través de su cepillo de dientes y su peine.

Lo que no ha confirmado el portavoz fue que dicha sangre fuese resultado de una agresión. Algunas informaciones apuntan a que el último lugar en el que se le vio no fue en la calle Zurbarán, como trascendió desde un principio, sino en Arco Agüero. Concretamente, en un bar de copas donde, aparentemente, Pablo tuvo un pequeño encontronazo con otra persona. Amills, sin embargo, ha señalado que el zoriteño simplemente tropezó con un chico que ya está identificado, que ha prestado declaración y que incluso ha hablado con la familia Sierra Moreno. «En el tropiezo, a este muchacho se le cae el móvil, pero inmediatamente Pablo le dice que no se preocupe, que le perdonara y que él se hacía cargo de la reparación. En todo momento fue un trato coloquial entre ambos, se intercambiaron los teléfonos y ya está».

Pablo salió del local junto con un amigo, que le acompañó parte del camino hasta que «se despidió diciendo que iba a coger un taxi», momento en el que se le pierde la pista. «Va a ser muy importante el análisis del móvil para saber en qué punto empieza a cambiar de posición, porque donde se ha encontrado el teléfono es totalmente opuesto al camino hacia la residencia», ha manifestado este viernes el portavoz, que aprovechó también para hacer hincapié de nuevo en que su desaparición no ha sido voluntaria, tal y como expresó su tía, Susana Moreno, el pasado martes: «Es un muchacho hogareño, muy responsable y muy unido a su familia. De hecho, al día siguiente se marchaba junto con sus otros dos hermanos a pasar el puente con sus padres».

Familia

Todas estas cuestiones han sido trasladadas a la familia, que «está destrozada», por parte de la Policía Nacional con un trato «muy cercano, humano y sensible». «Tienen total confianza en el trabajo que están realizando», ha añadidoAmills. Las autoridades policiales, sin embargo, tienen prohibido comunicar a los medios cualquier detalle sobre las investigaciones, ya que el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, que lleva el caso, decretó este jueves el secreto de sumario de las actuaciones.

Por su parte, Juan Francisco Ciudad, alcalde de Zorita, localidad de la que procede Pablo y donde residen sus padres, ha lamentado que «se estén haciendo conjeturas que no ayudan a la familia» y ha reconocido a Efe que el ánimo en este municipio de poco más de 1.300 habitantes es «cada vez de más disgusto y preocupación».