La reapertura de un inmueble histórico

Las Tres Campanas: la huella de la nostalgia

El edificio de la mítica juguetería de Badajoz ya está listo para reabrir como hotel boutique con la impronta de su pasado

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Huele a barniz, a nuevo, a estreno. El famoso reloj luce radiante en mitad de la sala. Ahí sigue. El edificio conserva su estructura, su impronta, su nostalgia. Respeta el pasado. 

Quedan las últimas pinceladas para que Las Tres Campanas vuelva a abrir sus puertas. Entre los días 3 y 4 de abril será la inauguración. La mítica juguetería de Badajoz funcionará ahora como hotel boutique de 4 estrellas.  

La entrada principal se ha convertido en una cafetería y cervecería que lleva al visitante de viaje a otra época. Se conservan los montacargas antiguos y el ascensor de madera de 1917. Para la barra del bar se han aprovechado los mostradores de la antigua tienda. Y algún que otro juguete salpica la decoración.  

«Desde 2007 que se compró el edificio... Cinco años de obras, con la pandemia de por medio...», recuerda David Guerrero, que quita ya los últimos envoltorios de plástico y no para de un sitio a otro de la sala para vigilar que no se escapa un detalle. 

Su familia es la propietaria de este histórico inmueble fechado en 1899, situado en el número 4 de la plaza de la Soledad, en pleno Casco Antiguo. Ahora volverá a tener vida.