El demandante creó un perfil falso para criticar a políticos y periodistas

El exjefe de prensa del alcalde de Badajoz: «Fue una imprudencia, pero me acusan de un delito que no cometí»

Le pide a Cabezas y Álvarez 7.500 euros por atentar contra su honor

Javier Gragera e Ignacio Gragera en una foto de archivo.

Javier Gragera e Ignacio Gragera en una foto de archivo. / Santiago García Villegas

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Será este lunes cuando está previsto que se reúnan para tratar de llegar a un acuerdo. Al menos es esa la intención de una de las partes. Javier Gragera, exjefe de prensa del alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, antes de que se pasara de Cs al PP, ha demandado al líder socialista pacense, Ricardo Cabezas, y al concejal del PSOE Hernán Álvarez, por atentar contra su honor y su derecho a la intimidad. Lo que plantea es una demanda de conciliación. A ambos les pide 7.500 euros por los daños y perjuicios causados, y «expresas disculpas por escrito, debiendo exponer copia del acta de la conciliación en los perfiles de ambos codemandados en las redes sociales Facebook y Twitter así como en los medios de comunicación de la ciudad de Badajoz».

Los hechos ocurrieron en octubre de 2022. Hernán Álvarez, cuando aún no era concejal del PSOE, al frente del colectivo Acho Badajoz, hizo público que Javier Gragera estaba detrás de un perfil falso de Twitter que se hacía llamar Laura Carrasco y que fingía ser una ciudadana de Badajoz que criticaba y atacaba a políticos y periodistas en la red social. Gragera fue cesado inmediatamente por el alcalde, con el que compartía apellido pero no vínculo familiar.

La denuncia viene motiva porque se le acusó de usar el teléfono corporativo del ayuntamiento para este fin. «Un móvil pagado por todos los pacenses, llegó a decir Ricarco Cabezas, cuando eso no es cierto. Y además me acusó de prácticas fascistas», asegura Gragera.

La demanda recoge que «el único móvil de que dispone es el suyo personal, nunca ha tenido un móvil corporativo».

Continua el escrito: «Que mi representado decidiera en su día abrir una cuenta de Twitter bajo el seudónimo de Laura Carrasco, y que desde dicho perfil haya expresado como ciudadano libre sus opiniones y comentarios a las noticias del día a día de la ciudad de Badajoz, son hechos que carecen de cualquier relevancia pública, y que competen a la más absoluta intimidad personal».

«Yo sé que lo que hice fue una imprudencia, pero me acusan de un delito que no cometí», subraya Gragera.