De momento se están acometiendo los trabajos previos que consisten en derribar el techo que aún queda en la capilla en ruinas para que el trabajo principal se realice con la máxima seguridad y acometer una limpieza de los alrededores del pórtico. Esta semana ha comenzado la obra que permitirá salvar los mosaicos de temática religiosa con los que el pintor y escultor Guillermo Silveira (Segura de León 1922-Badajoz, 1987) decoró los muros del porche de la capilla escuela de las Casas Aisladas de Valdebótoa.

El pequeño edificio está en ruinas y los murales corrían el riesgo de desaparecer. Una plataforma ciudadana de la pedanía ha conseguido que finalmente sean rescatados por el Ayuntamiento de Badajoz, propietario de la capilla, y recolocados en el pórtico de la entrada de la iglesia de Valdebótoa, para lo que existe permiso del Arzobispado de Mérida-Badajoz.

La plataforma de vecinos dio la voz de alarma en septiembre del año pasado y convenció a las administraciones para que actuasen. Se trata de dos murales que fueron ejecutados entre junio y julio de 1967 y entre ambos ocupan casi 17 metros cuadrados. Están conformados por piezas de mármol, granito y cantos rodados con los que el autor creó 18 figuras ejecutadas según el expresionismo de nueva generación. Aunque se encuentran sucios, están completos y solo uno presenta un agujero. Los mosaicos se salvarán precisamente cuando se cumplen cien años del nacimiento del artista, autor entre muchas otras obras de la imagen de la Virgen de los Ángeles que preside desde su hornacina la puerta de Palmas.

Uno de los mosaicos que se quiere rescatar. LA CRÓNICA DE BADAJOZ

EN RUINAS / Los murales no se podían conservar en la capilla para la que fueron creados porque está en ruinas y la solución que planteó la plataforma ciudadana fue recolocarlos en la iglesia de la pedanía. El ayuntamiento destinó una partida en el último plan de impulso y sacó a licitación el proyecto a finales de marzo. Lo adjudicó por 28.700 euros a Al Senera Obras y Servicios. Los trabajos comenzaron el martes y se están desarrollando según lo previsto, pues de momento se están haciendo las actuaciones previas para trabajar con seguridad en el desplazamiento, que se acometerá más adelante. La obra ha sufrido un cierto retraso por la presencia de una lechuza y por la existencia de piezas de fibrocemento.

Por ahora han estado derribando con martillo neumático la parte superior del muro principal de la entrada de la capilla y el techo. El próximo lunes tienen previsto terminar las labores de limpieza y retirada de los ripios. Pablo Moreno, que es portavoz de la plataforma ciudadana, entiende que el ayuntamiento derribará la capilla por completo, porque ya solo quedan los muros exteriores y suponen un peligro.

La intención, según figura en el pliego de condiciones, es cortar los muros donde están integrados los mosaicos y trasladarlos completos, en lugar de desmontarlos pieza a pieza y reconstruirlos posteriormente. Es lo que pidió la plataforma vecinal para así conservarlos tal y como los concibió el autor. El plazo de ejecución es de dos meses, pero el concejal de Proyectos, Jaime Mejías, calcula que posiblemente concluya antes. De ser así, los mosaicos podrían lucir en su nueva ubicación este mismo verano. Desde la plataforma ciudadana muestran su satisfacción por que la obra haya empezado, pues ya no dudan de que se acometerá, aunque aún queda la operación más complicada.