Silvia Ávila no tendrá que esperar a febrero de 2023 para hacerse una ecografía por la sanidad pública. A esta paciente pacense con riesgo de padecer cáncer de mama, el Servicio Extremeño de Salud (SES) le había programado para dentro de un año y tres meses la prueba «preferente» que serviría para identificar el tumor que le detectaron en octubre.

Apenas unas horas después de que este periódico se hiciese eco de la denuncia de su caso, Silvia comprobó por sí misma que le habían cambiado la fecha de la prueba al 22 de febrero de 2022. Eso sí, nadie la ha llamado desde el hospital Perpetuo Socorro o desde el SES para comunicarle el cambio de fecha de su ecografía o para explicarle la situación.

La consulta posterior a la ecografía donde valorarán los resultados de la misma, sin embargo, continúa programada para el 9 de marzo de 2023. Por eso, a pesar de que la reacción de la Consejería de Sanidad es una buena noticia para su salud, la afectada seguirá tratándose al mismo tiempo a través de su seguro privado, como ha hecho desde el principio.

Además, considera «patético e indignante» que su caso haya tenido que salir en prensa para que se le atienda como es debido: «Si yo no hubiese podido tratarme por la otra vía, ahora mismo no sabría qué es el bulto que tengo y mi incertidumbre, estando embarazada, sería tremenda».

Repercusión

No se esperaba la repercusión que tuvo su situación, y ha comprobado que ella no es la única afectada por retrasos de este tipo. «Me ha llamado y escrito muchísima gente, y es que creo la ciudadanía está demasiado quemada con el tema de las listas de espera en la sanidad».

De hecho, la llegaron a llamar del programa televisivo ‘Cuatro al día’ para dar a conocer su caso a nivel nacional, y no se pensó ni un momento dar la cara. «Me quedé un poco impactada cuando contactaron conmigo, pero me dijeron que les interesaba mucho lo que me había pasado y no dudé en participar porque al final es otra vía a través de la cual la gente lo escucha y lo ve», su principal objetivo, al fin y al cabo.

Ante todo, Silvia quiere reiterar que su denuncia no va contra los sanitarios, sino que su único propósito era darle voz a la «vergüenza de Administración pública que tenemos»: «Cuando te mandan algo preferente o urgente deberían de estar atentos, porque al final el sistema está comunicado».