Los inversores interesados en adquirir AquaBadajoz ya están visitándolo. Guillermo Pérez-Olivares, administrador concursal de la empresa que gestionaba el parque acuático de la capital pacense desde hace 20 años y que entró en concurso de acreedores voluntario el pasado mes de mayo por no poder afrontar las deudas que arrastraba, señala que se han programado visitas a lo largo de esta semana.

Este verano, el antiguo Lusiberia contaba con más de una veintena de inversores a la espera de saber más detalles, pero Pérez-Olivares manifiesta que se han ido cayendo varios hasta quedarse finalmente en diez. Sin embargo, no todos han ido a conocer el parque, ya que entre los que quieren comprar AquaBadajoz se encuentra alguna empresa procedente de la misma capital pacense que ya lo hacía de antes, aunque de momento se desconoce cuántas son.

La semana que viene, Nuvagest Concursal, la sociedad en la que trabaja Pérez-Olivares, comenzará a aceptar ofertas, que no tienen por qué corresponder exactamente al número de interesados, ya que no todos presentarán una. Aunque el parque se ha valorado en dos millones de euros, teniendo en cuenta los beneficios y la actividad con la que esta contaba cuando estaba en funcionamiento, Nuvagest escuchará propuestas a partir de 500.000. El único requisito para poder optar a la compra, además del económico, es respetar las condiciones de una concesión administrativa municipal a la que todavía le quedan alrededor de cinco décadas para terminar.

Esperan que el proceso haya finalizado antes de noviembre, y es que las expectativas que tiene esta sociedad con sede en Madrid respecto a su adjudicación son muy positivas: «Nosotros esperamos tanto que haya ofertas como que alguien siga con el proyecto».

Posibilidades

Lo que más le llama la atención a los futuros inversores de AquaBadajoz son las posibilidades que ofrece más allá de un parque acuático que solo funcione en verano. «Bien montado, es un parque de ocio con muchas más cosas. Tiene muchos restaurantes, zona para montar atracciones que no son de agua... Hay opciones de darle un uso más continuado durante el año», explica Pérez-Olivares.

También les gusta la ubicación en la que se encuentra. «Todo el mundo conoce dónde está, por esa zona pasará la circunvalación -Ronda Sur-, y también está al lado del Centro Comercial El Faro, que atrae a mucha gente». A todo eso hay que unirle, además, la condición transfronteriza de la capital pacense.

Es por este último factor por el que no les preocupa demasiado la competencia que supone el parque acuático previsto en Casar de Cáceres, uno de los más grandes del país: «Es un proyecto totalmente diferente, el perfil de interesados en este no tiene nada que ver. Además, dentro de que es un parque que está relativamente cerca, para el de Badajoz es suficiente con la provincia pacense y Portugal. Un proyecto no invalida al otro, pueden convivir los dos perfectamente», concluye Pérez-Olivares.