Francisco Javier Fragoso va a apurar los dos años de alcaldía hasta el último día. Agotará justo la mitad de la legislatura en el Ayuntamiento de Badajoz y presentará su dimisión el próximo 15 de junio, pues fue ese mismo día del 2019 cuando fue investido. Así lo confirmó ayer, a preguntas de la prensa, pues quedan pocos días para que se cumpla el pacto de alternancia firmado tras las últimas elecciones municipales entre el PP y Ciudadanos, que permitirá a la formación naranja hacerse con la alcaldía de Badajoz y ejercerla los dos últimos años de mandato. Será el primer teniente de alcalde y futuro alcalde, Ignacio Gragera, de Cs, el que precisamente ejercerá de alcalde accidental y tendrá que convocar el pleno de investidura en diez días hábiles tras la dimisión de Fragoso. Siendo así, el pleno para la elección podría celebrarse a final de junio (no cuentan los sábados ni domingos ni el festivo de San Juan).

Fragoso quiso trasladar «normalidad» al explicar cómo se va a producir el proceso de relevo. Dimitirá como alcalde pero no dejará su acta de concejal en ese momento, sino que esperará a la celebración del pleno para la elección de su sucesor. Su voto es imprescindible para que se produzca la alternancia, dado que la corporación municipal está formada por 27 concejales y los grupos que integran el gobierno de coalición suman 14 (9 del PP, 4 de Cs y el exconcejal de Vox). Mayoría suficiente pero ajustada. Cuando Fragoso deje de ser concejal entrará el siguiente en la lista electoral del PP, Francisco Javier Gutiérrez Jaramillo, que ya fue concejal en la dos anteriores legislaturas, pues ya lo era con Miguel Celdrán (PP). Fragoso no puede dejar su acta antes del pleno de elección del nuevo alcalde porque la toma de posesión del nuevo concejal no es instantánea, sino que debe hacerlo en un pleno tras obtener la comunicación de la Junta Electoral.

Fragoso dejó claro ayer que, una vez que levante su mano para apoyar a Gragera como alcalde -un gesto que hará «gustosamente»- dejará la corporación, como ya anunció. No seguirá siendo concejal porque «corresponde a mi responsabilidad y a la naturalidad que debe llevar este proceso», ya que recordó que deja la alcaldía para cumplir un acuerdo que en su momento firmó con Cs «y del cual me siento absolutamente corresponsable», de manera que lo hace «por absoluta lealtad a mi palabra, que para mí es lo más importante que pude heredar de mi padre y de mi maestro (Miguel Celdrán)». Eso sí, remarcó que no se va «por la puerta de atrás».

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Una vez que se produzca la votación del nuevo alcalde, dejará de ser concejal porque, como ya declaró en una entrevista concedida a este diario, sigue pensando que su presencia en el ayuntamiento «no sería buena». No lo sería, en su opinión, para la ciudad, pues «hay que dejar al nuevo equipo de gobierno que trabaje» sin «la distorsión» de la presencia de quien ha sido más de ocho años alcalde de la ciudad y concejal durante 26. «No tendría sentido mi presencia porque no es bueno para la ciudad», como tampoco lo sería para su partido porque los focos seguirían puestos en él.

La renuncia a la alcaldía marca la marcha de Fragoso, como marcó su llegada. Desde 1995 era concejal en el ayuntamiento, donde llevó varias áreas, desde Juventud a Hacienda. Su antecesor, Miguel Celdrán, quiso renunciar para darle paso, también a mitad de legislatura, cuando el PP gobernaba en Badajoz con mayoría absolutísima (17 concejales). Celdrán dimitió el 4 de marzo del 2013 como alcalde y concejal y el día 15 de ese mismo mes, Fragoso fue investido alcalde, para lo cual no fue necesario esperar a cubrir la vacante del exalcalde, pues 16 votos eran suficientes. En sus primeras elecciones como candidato, en el 2015, Fragoso obtuvo 13 concejales. Por primera vez, el PP perdía su mayoría absoluta en Badajoz y tuvo que gobernar con el apoyo de Cs. En las últimas que encabezó la lista, las celebradas en el 2019, los resultados de su partido bajaron aún más y sacó 9 concejales. Ha podido gobernar gracias a los 4 concejales de Cs, de nuevo, y uno de Vox, en aquel momento, dado que el partido de extrema derecha ya no tiene representación municipal tras expulsar a su único concejal, que ahora es no adscrito.