Fútbol. Tercera Federación Futfem

El Santa Teresa, inscrito en liga porque nadie disuelve el club

Los padres de las jugadoras piden a la entidad pacense que les dejen tramitar la baja de sus fichas

El club informó de la convocatoria de una asamblea hace dos meses y esta aún no se ha producido

IMG 20Las jugadoras del Santa Teresa, ovacionadas durante un reciente homenaje.230712 WA0017

IMG 20Las jugadoras del Santa Teresa, ovacionadas durante un reciente homenaje.230712 WA0017 / CEDIDA

Luis Rollano

Luis Rollano

Tan grande y respetado fue el club durante su apogeo, donde pasó un lustro en Primera y llegó a rozar la Copa de la Reina, como infame y bochornoso está siendo un final que cada día que se demora hace más dura y vergonzosa la agonía de una entidad que pasó a la historia del deporte extremeño. El Santa Teresa, que hace poco más de dos años se despedía ante el Real Madrid de la máxima categoría, vive ahora un capítulo insólito: está inscrito en la Tercera Federación Futfem porque nadie ha dado de baja al club. 

Precisamente esta es la situación que demandan algunos de los padres de unas jóvenes futbolistas que han sido heroínas al mismo tiempo que mártires. Con el equipo senior expulsado de la Segunda Federación tras dos incomparecencias al no poder inscribir jugadoras por las deudas contraídas, el filial logró obrar el milagro y salió a competir haciendo un más que digno papel en la cuarta categoría del fútbol femenino nacional. Una vez concluida una temporada que ha sido un verdadero vía crucis, se anunció la convocatoria de una asamblea en la que se informaba de que si no había alternativas viables se procedería a la disolución de la entidad. Dos meses después, no existe ningún tipo de novedad y el club aparece inscrito en la categoría, aunque no existe posibilidad alguna de que salga a competir.

«Hay que disolver el club y estamos cansados de decírselo a los socios que quedan. Hay que convocar la asamblea y hacer una serie de trámites para disolver el club y no lo hacen. Nosotros no podemos hacer nada porque no somos ni socios», dice Isabel Machuca, madre de Andrea Tejeda, una de las jugadoras del Santa Teresa y entrenadora de uno de los equipos de cantera.

En el limbo

Otra de las demandas que se hace desde este grupo de padres es que se le faciliten algunos trámites básicos a estas jugadoras para abandonar el club. «Hay algunas chicas quieren tramitar sus ayudas y su paro y no pueden hacerlo porque siguen dadas de alta en el Santa Teresa. Si ya no podemos hacer nada, vamos a hacer que el club se disuelva. Vamos a darle a ellas esa facilidad», añade.

Machuca lamenta la dejadez que ha sufrido el club y que solo se han acordado de las jugadoras para hacerles un emotivo homenaje a final de temporada. «Durante todo estos años estuvo la gente feliz y contenta. Había dinero y todo parecía que iba genial. Dos años después hay una deuda tremenda y las chicas estaban arrastrándose para poder llegar al final de la liga. Aquí no hemos recibido un mensaje de nadie. Nadie nos ha apoyado ni se ha acordado de nosotros. Y eso nos duele», apunta.

Aunque la vida deportiva del Santa Teresa ha tenido un final trágico y amargo, parece que quedan más rocambolescos capítulos por relatar antes de su disolución definitiva como entidad.

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