Con todo su plantel disponible y en mitad de un feliz regreso a la que siempre ha sido su casa, el Santa Teresa afronta la antepenúltima jornada del campeonato con un choque en el que recibirá este sábado a las 11.00 en El Vivero al Real Unión de Tenerife.
Después de estar toda la temporada jugando en el ‘exilio’, teniendo que recurrir a otros escenarios como el Eusebio Bejarano, San Roque o el Nuevo Vivero, el equipo que dirige Manuel Fernández regresará a su cuartel general casi un año después de disputar su último encuentro en esta misma localización.
Este precedente data de junio de 2021, en un duelo que les enfrentó al Real Madrid en la que resultó la despedida como local del equipo de Primera Iberdrola en un choque sin trascendencia alguna. Muy diferentes serán las circunstancias en este envite frente al Real Unión de Tenerife, ya que el cuadro rojiblanco se está jugando acabar la temporada entre los cinco primeros de la clasificación.
El conjunto canario, por su parte, llega a Badajoz tratando de eludir las últimas posiciones de la liga, que condenarían a este equipo a un doble descenso a la nueva Tercera RFEF que entrará en vigor a partir de la próxima temporada.
Chute de moral
Después de acumular varios resultados negativos ante equipos de la parte baja de la tabla, cayendo de forma consecutiva ante el Pozoalbense en casa y frente al Elche en tierras ilicitanas, el conjunto pacense obtuvo un importante chute de moral gracias a su último triunfo frente el Castellón. Este resultado ha alimentado una maltrecha autoestima del equipo pacense y les permite afrontar este encuentro con más confianza. «Tenemos muchas ganas de afrontar este partido tan importante», destaca un Manuel Fernández que recupera a varias jugadoras importantes que han superado sus respectivas lesiones. El Santa Teresa estará además muy atento al Juan Grande - Córdoba del próximo domingo para asaltar la quinta plaza.
