Alfredo Aranda y Pepa Vázquez, propietarios de LA ROSA DE ALFRE

Las tostadas de moda del centro de Badajoz

Primer premio Jurado Técnico / Tercer premio Jurado Saludable / Tercer premio Jurado Prensa / Tercer premio Jurado Popular

Alfredo Aranda y Pepa Vázquez, propietarios del local.

Alfredo Aranda y Pepa Vázquez, propietarios del local. / Santi García

Irene Rangel

Irene Rangel

La creación y el propio nombre de este negocio está ligado a la vida familiar sus dueños, quizá por eso el trato en su local es tan cálido y acogedor, tan ‘como en casa’. En solo cuatro años, La Rosa de Alfre se ha convertido en uno de los locales de desayuno por excelencia en el centro de Badajoz. «Quizá es por el cariño que le ponemos a todo», afirman sus propietarios.

Precio: 3.80 euros

Propuesta de desayuno de LA ROSA DE ALFRE.

Propuesta de desayuno de LA ROSA DE ALFRE. / Santi García

-¿Cómo se cuela un establecimiento tan joven entre los sitios favoritos para desayunar de tantos pacenses?

Trabajando mucho, con constancia y sin bajar la calidad a pesar de que a nosotros nos suba el coste de las cosas. Aunque las vacas vengan flacas tenemos que seguir fijos a nuestra idea y trabajar con honestidad.

- ¿Ayuda el tener experiencia previa en hostelería?

Sin duda. Ya vienes con unas bases. Ambos llevábamos muchos años trabajando en hostelería por lo que sabes cómo actuar.

-¿Cuántos desayunos dais al día en este local?

Alrededor de 150. Ahora, tras el ‘boom’ del concurso de los desayunos, la cosa ha subido y 150 es el mínimo.

-Antes estabais ubicados en un pequeño local de la calle Martín Cansado. ¿Fue la afluencia de público el detonante para cambiaros de local a uno más grande?

Sí. Llegó un punto en el que no podía entrar más gente. A nosotros nos subieron los costes de las cosas pero no podíamos tener más ganancias. De repente subió la luz, subieron los productos, los autónomos… y nosotros no tocábamos los precios. Necesitábamos otro local para seguir igual que estábamos.

-Vuestra empresa es familiar. ¿Cómo es no separaros en ningún momento del día?

¡Familiar para lo bueno y para lo malo! Nosotros no nos separamos pero sí sabemos hacer la separación entre familia y trabajo. Los problemas de casa se quedan allí y los del bar, aquí. ¡Aquí hay mucha gente que no sabía que éramos pareja! En el bar somos Alfredo y Pepa aunque en casa nos llamemos de otra manera. Aquí somos compañeros.

- Hablemos del concurso de desayunos de este año. ¿Cómo ideáis La Noruega?

Nosotros ponemos nuestra experiencia manos a la obra y escuchamos mucho a la gente, así que sabes qué es lo que se está pidiendo ahora mismo. Intentas hacer una combinación de productos saludables, otros que se suelen pedir y que casen con lo que ofrecemos nosotros. El aguacate se ha puesto de moda, también el huevo en sus distintas formas.

- ¿Cómo se consigue tener un premio en tantas categorías?

Nos cogió el concurso justo acabando la mudanza del local y no teníamos ganas de complicarnos. La Noruega la ideamos hace unos meses precisamente así, escuchando a la gente. Cuando empezó el concurso no nos queríamos inscribir siquiera, pero la gente nos animó y decidimos lanzarnos con esa tostada que teníamos ya pensada pero con modificaciones: cambiamos el pan para que no fuera tan pesado, para que no fuera tan saciante, por ejemplo. Teníamos que equilibrar producto principal y pan. Y mira cómo ha salido.

-¿Os esperabais el éxito?

La verdad es que ha sido una locura este verano. Fíjate, nosotros notamos mucho la bajada de ritmo en verano porque la gente se va de vacaciones, porque no hay colegios… y sin embargo este año hemos estado sirviendo el mismo número de desayunos que durante el curso escolar. La gente venía buscando ‘la del concurso’, la conocían.

- ¿Hay modas en las tostadas?

Claro que sí. Ahora estamos en plena oleada del aguacate y el huevo. Es impresionante. Y nosotros es verdad que sabemos explotar esas modas. Tenemos, además de La Noruega, La Sabrosa, por ejemplo. Esa va con huevo y bacon. En el local esta semana hemos gastado más de cien huevos al día. Nosotros siempre hemos ido a comprarlos y ya hemos tenido que pedir que nos los traigan al local porque no era viable. Las tostadas, sin duda, también tienen modas.

HISTORIA DEL LOCAL

EL BAR QUE NACIÓ DE LA MANO DE UNA PEQUEÑA

Tanto Pepa como Alfredo trabajaban en hostelería cuando nació su hija, «en un sitio que nos absorbía todo el tiempo y que hacía imposible la conciliación». Las ganas de poder trabajar y criar hicieron que se lanzaran a emprender. «Buscábamos tener un buen horario compatible con el colegio, por lo que teníamos claro que teníamos que enfocarnos a los desayunos, así que buscamos un lugar donde hubiera muchas oficinas y organismos públicos para que la mayoría de nuestros clientes fueran ese tipo de trabajadores». Primero se ubicaron en un pequeño local y luego en su actual ubicación, más grande, en la calle Zurbarán, para ofrecer no solo desayunos sino también tapas.