Viernes Santo en Badajoz: la Soledad y el Santo Entierro

Las previsiones meteorológicas no acompañan, pero las hermandades que desfilan el Viernes Santo en Badajoz mantendrán la ilusión de ver a sus pasos en la calle hasta última hora.

A las 18.00 horas, está prevista la salida del Santo Entierro (Cristo Yacente) y de la Virgen de Las Lágrimas desde la iglesia de San Agustín. La cofradía ha reproducido el antiguo paso de procesión de las Lágrimas, que será utilizado en su triduo. Además, se han llevado a cabo arreglos al manto del camarín. 

La salida y entrada de la iglesia, por su gran dificultad, son dos de los momentos más emocionantes de esta procesión, que, si el tiempo lo permite, pasará por la calle José Lanot, la plaza de la  Soledad, Francisco Pizarro, Vasco Núñez, la plaza de Minayo y la calle Obispo San Juan de Ribera para llegar hasta la plaza de España y entrar en carrera oficial (sobre las 20.45 horas). El regreso al templo será por la calle Vicente Barrantes, Francisco Pizarro, plaza de la Soledad y José Lanot. 

La patrona

También si el cielo da una tregua, la Virgen de la Soledad, de riguroso luto, saldrá de su ermita a las 23.00 horas. Si no fuera posible por la lluvia, se llevará el paso hasta el dintel para que los fieles puedan verla y el templo «no se cerrará hasta que se vaya el último», asegura su hermano mayor, José María Blanco. Incluso, se plantean que pueda salir a la plaza que lleva su nombre si el agua da un respiro.

El recorrido de la patrona de Badajoz pasará por la calle Duque de San Germán, la plaza de Santa Ana (para visitar el monasterio), las calles José Terrón, José Lanot, Alonso Céspedes, Luis de Morales, Soto Mancera, San Juan, Bravo Murillo, Arco Agüero y San Blas, para entrar en carrera oficial a la 1.45 horas. La vuelta a la ermita se hará por Vicente Barrantes y Francisco Pizarro.

En el Cerro de Reyes

Por otra parte, este Viernes Santo, a las 11.00 horas está previsto en el Cerro de Reyes el via crucis viviente que organiza la Hermandad de Jesús Obrero y Dulce Nombre de María, en el que participan decenas de vecinos para recrear, en la parte antigua y nueva del barrio, los pasajes más destacados de la Pasión de Cristo. 

Esta representación, con la que los vecinos se vuelcan, se escenificó por primera vez en 1998, pero en el 2004 se dejó de organizar. En 2012, la cofradía del barrio la retomó y cada año ha ido a más.