AHORA SE ESTÁ LIMPIANDO EL TERRENO PARA DELIMITAR LA ZONA DE ESTE ENTORNO DE BADAJOZ DONDE SE REALIZARÁ LAS EXCAVACIONES

Hallan un conjunto de tumbas en el yacimiento romano de la carretera de Sevilla

Se han localizado tres enterramientos de pizarra y cuarcita y no se descarta que pueda haber más

Han aparecido restos de escoria, que podrían ser de una fragua, y numerosos fragmentos cerámicos

Hallan un conjunto de tumbas en el yacimiento romano de la carretera de Sevilla

Santiago García Villegas

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Los trabajos arqueológicos que se están llevando en el lugar que aparecieron restos de una villa romana cuando se iniciaron las obras de desdoblamiento de la carretera de Sevilla comienzan a dar sus frutos. Pese a que ni siquiera se ha empezado aún con las excavaciones y solo se está realizando una limpieza superficial del terreno (raspado), ya se han salido a la luz dos tumbas y hay vestigios de, al menos, una tercera.

Todavía es pronto para determinar si los tres enterramientos son contemporáneos a la villa o de una época anterior o posterior, pero se puede decir que lo que se ha hallado indica que, en su momento, hubo una necrópolis. Las dos tumbas localizadas aparecieron con los primeros movimientos de tierra en el acceso a la urbanización Campofrío (a la altura del kilómetro 9), donde está proyectada una de las siete rotondas que incluye el proyecto de ensanchamiento de la carretera. 

Dos de las tumbas son ya visibles y están construidas con las de pizarra y cuarcita. En una de ellas se distinguen las paredes verticales de la fosa y la cubierta horizontal (ambas de pizarra) y en la otra, de momento, solo la cubierta, de cuarcita. Muy cerca se han localizado otras piedras de gran tamaño, que podrían ser de un tercer enterramiento. Lo que está claro es que el terreno es arcilloso y predomina el canto rodado, por lo que las otras piedras se llevaron a ese lugar con un propósito concreto. No se descarta que haya más enterramientos, aunque podrían ubicarse en el terreno que no se ha expropiado, que queda fuera del área de actuación.

Una vez que se excaven las tumbas, por su contenido, se podrá precisar con exactitud a la época a la que pertenecen. Los materiales se corresponden con los utilizados en el Alto y Bajo Imperio Romano (que abarcan desde el siglo I antes de Cristo al V después de Cristo), aunque los responsables de los trabajos arqueológicos se muestran cautos. Hay indicios, pero no certezas absolutas hasta que no se excave.

Ajuar

Los arqueólogos confían en que cuando abran las sepulturas estas contengan restos que aporten datos definitivos. Si son de época romana, deberían aparecer los restos de un solo individuo en cada una y objetos de su ajuar, como vasos, pendientes, anillos, collares, e, incluso, restos del banquete funerario. Más relevante que el valor de lo que pueda localizarse es la información sobre el contexto histórico que pueda arrojar. 

Además, de los enterramientos, ha salido a la luz un muro, que parece que tiene continuidad por el oeste y el norte. También se han encontrado multitud de restos de distintos materiales. Hay mucha escoria, lo que indicaría la existencia de una fragua. Las villas romanas eran grandes complejos, en los que, además de la parte residencial, había áreas de producción (forja, vidrio, lagar, molino...). Asimismo, han aparecido fragmentos cerámicos de muchos tipos: comunes, que podrían ser de ollas o recipientes usados a modo de contenedor, pero también de ‘terra sigillata’ (vajilla de mesa).

Por ahora, no se han encontrado ni restos de mosaicos, ni de mármoles, solo un pequeño trozo de pavimento de ladrillo. Si durante el desarrollo de los trabajos se hallara alguna pieza, se trasladaría al Museo Arqueológico de Badajoz.

El raspado del terreno se está realizando con unos 5 centímetros de grosor. Una vez que limpia, se tapa con geotextil para evitar que se ensucie y que se vea afectado por los arrastres del agua, pues hay muchas correntías. La superficie sobre la que se está actuando es de 1.400 metros cuadrados, muy extensa, y se podría ampliar, pues el yacimiento romano se extendería también al otro lado de la carretera. El trabajo de los arqueólogos es «meticuloso y lento», pues es manual y deben documentar todo lo que aparece. Las excavaciones posteriores se podrían prolongar durante meses.

Las obras de desdoblamiento de la carretera de Sevilla comenzaron el pasado noviembre. La asociación en defensa del patrimonio extremeño Fondenex denunció que las máquinas estaban dañando un yacimiento arqueológico y exigió que se paralizaran. La Dirección General de Patrimonio de la Junta ordenó que se detuvieran los trabajos en este tramo y se iniciaron las labores de arqueología. Una vez que realicen las excavaciones y se documenten todos los restos, los arqueólogos remitirán un informe a la Junta, que será la que determine las áreas a excavar.

Posteriormente, en función de la entidad de los hallazgos, según explica el jefe de Arqueología de Patrimonio, Hipólito Collado, se determinará si se debe modificar el trazado previsto en el proyecto de desdoblamiento o si bastará con documentar los restos y la obra sigue como está planificada. «La Junta ha asumido su responsabilidad y está poniendo todos los medios para que se realicen estas excavaciones arqueológicas», asegura.