Sin uso desde hace más de 20 años

El Ejército rehabilitará un edificio de la calle Felipe Checa de Badajoz como centro cultural militar

Era el lugar donde se alojaba la unidad de tropa encargada de la seguridad del Palacio de Capitanía

La Comandancia de Obras ha realizado el proyecto y la inversión superará los 400.000 euros

Cáritas Castrense ya ha trasladado al bajo su sede, que inaugurará en abril

El acceso al edificio está en obras.

El acceso al edificio está en obras. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Muchos se acordarán de que en el bajo de este edificio funcionaba la farmacia militar, que ahora está en la base de Bótoa. Décadas lleva este céntrico bloque de cuatro plantas sin uso y ahora el Ejército de Tierra quiere rehabilitarlo y darle un contenido cultural militar. Se trata del inmueble situado en la calle Felipe Checa, número 26, frente a la entrada principal de la Diputación Provincial de Badajoz.

Está comunicado por la planta baja con el Palacio de la Capitanía, el antiguo Gobierno Militar, que tiene fachada por la plaza López de Ayala. El Palacio de Capitanía tenía una unidad de tropa que prestaba seguridad y en el edificio de Felipe Checa se alojaban los militares que daban este servicio. En este inmueble estaban los dormitorios, que eran colectivos, aseos, comedor y cocina.

Al cerrarse la Capitanía General, el edificio noble ha seguido teniendo uso para conferencias, exposiciones y seminarios. Pero las traseras, donde se alojaba la tropa, se abandonaron y así han permanecido muchos años. El coronel Fernando Ortiz, que está en la base General Menacho, tiene a su cargo la responsabilidad de este inmueble y tuvo la idea de intentar rehabilitarlo y dar contenido a un céntrico edificio que carece de funciones. Últimamente, se estaba haciendo un mantenimiento mínimo y de ahí surgió la idea de pedir presupuesto para acometer su rehabilitación completa, pues hasta ahora nadie se había interesado por este inmueble que permanecía cerrado a cal y canto.

Interior del inmueble.

Interior del inmueble. / S. GARCÍA

Ya existe un proyecto de rehabilitación de la Comandancia de Obras de Sevilla, que está pendiente de dotación presupuestaria para licitar las obras. No existe plazo aún. La inversión prevista superaría los 400.000 euros.

A simple vista, el deterioro no ha hecho mella del inmueble, cuyas plantas se dividen en estancias amplias y despachos, todas con luz natural. La estructura parece intacta. La Base General Menacho ha estado enviando soldados de vez en cuando para pequeñas reparaciones. Como la que han acometido en el bajo que ya ocupa Cáritas Castrense, en las dependencias de la farmacia militar.

Nueva sede de Cáritas Castrense

La nueva sede de Cáritas Castrense de Badajoz se inaugurará a mediados de abril. Se ha trasladado desde el centro cívico de Santa Marina, donde contaba con un pequeño local que les cedió el ayuntamiento. Estaban buscando un espacio más amplio y el Ejército de Tierra les ofreció su nueva sede, que están terminando de acondicionar.

Los responsables de Cáritas Castrense.

Los responsables de Cáritas Castrense. / S. GARCÍA

Al frente de las Cáritas Castrenses están militares. La sede central se encuentra en Madrid y se creó en 2012. En Badajoz existe desde 2019. Su ámbito de actuación son las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad del Estado. Su parroquia es el cuartel de Bótoa, la Base Aérea, la Comandancia de la Guardia Civil, la Jefatura Superior de Policía y la Academia de Tráfico de Mérida. En cada base tienen enlaces. El coronel director es Julio Miranda y el secretario, Luis Torrado, teniente en la reserva. Su función es equivalente a la de Cáritas en el ámbito militar y su ámbito es provincial. Una de sus principales actividades son campañas de recogida para el Banco de Alimentos en los cuarteles y bases. Cada año realizan dos o tres.

Cuentan con personal voluntario, todos militares y familiares, que además visitan a sus mayores en las residencias y en sus domicilios particulares. Asimismo, cuando sus unidades en la parroquia están desplazadas en una misión en el exterior, les envían ayuda para la población civil. El último envío ha sido de 200 kilos de ropa para el Líbano. También contribuyeron a la creación de una escuela en Mali. Reconocen que para la población civil pueden ser desconocidos. Para los militares, menos. Ahora en su nueva sede serán más visibles. H