Aparecen restos de la muralla del palacio islámico en la Alcazaba de Badajoz

Era de esperar que las obras en el interior de la Alcazaba aportasen nuevas certezas a la historia de la ciudad, como así está ocurriendo. Los trabajos en los accesos desde la puerta del Capitel hasta la Facultad de Comunicación y la Biblioteca Regional han sacado a la luz restos de la muralla del palacio (alcázar) islámico.

Este muro sería la segunda línea de defensa del palacio en el interior de la Alcazaba y los restos aparecidos corresponden a sus dos fases constructivas: la andalusí y la reconstrucción de época cristiana.

Son los primeros restos que salen a la luz. La arqueóloga responsable, Nuria Sánchez, explica que en 2016 tenían «atisbos» de su presencia, pero no estaba muy clara y no se recoge ni en cartografía. Esta muralla estuvo vigente mucho tiempo porque marcó el urbanismo de todas las edificaciones que se construyeron en su entorno en la época bajomedieval y moderna. Pero con las primeras guerras con Portugal todo este espacio colapsó, se produjeron los grandes rellenos con esta muralla incluida, y estos acopios han permitido la conservación de los restos. «La Alcazaba te da regalos y esto es un diamante en bruto que hay que mimar», comenta la arqueóloga.

Tan importante es el descubrimiento de los restos que están aflorando que el ayuntamiento va a integrarlos en su totalidad en el proyecto. El concejal de Gabinete de Proyectos, José Luis González, explicó que ya se está trabajando en el modificado.

Obras paralizadas

Las obras se paralizaron en septiembre debido precisamente a la aparición de restos arqueológicos y se ha reanudado el 7 de febrero. González explica que Patrimonio ha determinado que requiere una excavación en extensión debido a la aparición del muro, además de restos de edificaciones, entre ellos un gran aljibe (de unos 5 por 8 metros). González señaló que la duración mínima de la excavación será de dos meses. Según el concejal, la obra podrá continuar en las zonas que no se tienen que excavar.

La actuación original en este acceso por la puerta del Capitel pretendía hacerlo más accesible a personas con problemas de movilidad, además de renovar las estructuras existentes. El proyecto se planteó en 2021, con fondos del Ministerio de Movilidad. La idea era habilitar escalonamientos más suaves y rampas. El proyecto se divide en dos fases. Previamente, se hizo seguimiento arqueológico y los desmontes de las jardineras del siglo XX heredadas de las del Hospital Militar. En pocos días empezaron a salir restos y el seguimiento se convirtió en excavación. Se informó a la Dirección General de Patrimonio de la aparición de restos de «bastante entidad e interés», entre ellos un lienzo de muralla, pero no periférico sino en relación con el Alcázar islámico y posteriormente bajomedieval cristiano, pues tiene dos fases de recrecida. En el interior de la Alcazaba hay más restos del palacio islámico, en concreto de baños y estancias, que se conservan como yacimiento visitable.

Los restos del muro del Alcázar islámico tienen «potencia», en palabras de la arqueóloga. La opción en esta zona es hacer la excavación en extensión y agotar la estratigrafía «y a ver si somos capaces de documentar el nivel de uso extramuros de este lienzo de muralla», explica Nuria Sánchez. El problema es que esta zona tuvo mucho movimiento y en época cristiana se destruyó.

Una bala de cañón

Por otro lado, de época moderna se ha documentado una manzana de casas en relación con la fase constructiva del palacio de los Acevedo y de los Condes de la Roca, que no estaban recogidas en cartografía histórica. Los primeros planos de esta zona son de 1645 y no aparecen. Por el contexto de los cimientos pueden ser del siglo XV. El gran aljibe corresponde a otra casa de la que también han aparecido muros. En esta construcción han podido incluso observar que estuvo reformado y se ve el arranque de la bóveda. Les ha llamado la atención que no estuviese colapsado con restos del hundimiento de la bóveda, sino que fue «amortizado». Los materiales que había dentro son del siglo XVII. Han llegado a sacar partes una bala de cañón. También ha aparecido una atarjea del Hospital Militar, una conducción de agua sucia.

Junto a la casa de los Acevedo existiría un antiguo vial, que no está todavía documentado y que, por lógica, será el acceso que finalmente contemple el proyecto, por ser la entrada natural y directa desde la puerta del Capitel en línea con la fachada, que todavía no se conoce con exactitud. Quizá haya que habilitar algunos escalones, pero podría proyectarse otro acceso en rampa sobre elevada, que además permita visualizar los restos arqueológicos. Queda plasmarlo en el papel.

Está por ver cómo se van a integrar los restos. «Primero vamos a ver qué tenemos», concluye la arqueóloga.