Mañana se cumplen siete días de ausencia

Exmarido de la mujer desaparecida en Badajoz: "Estamos dando palos de ciego"

José Luis y sus hijas acuden mañana y tarde a las batidas de búsqueda de Manoli

"Estamos muy agradecidos a la gente. Nos sentimos rodeados de amigos"

José Luis (cabizbajo, con gorra) acompañado de su hermano Carlos, en la búsqueda.

José Luis (cabizbajo, con gorra) acompañado de su hermano Carlos, en la búsqueda. / JOTA GRANADO

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

El domingo ha amanecido con niebla espesa en Badajoz. Una neblina que empapaba hasta los huesos, que no desanimó al centenar de voluntarios que, puntuales, se presentaron en los aparcamientos situados delante de Lusiberia para participar en una nueva batida de búsqueda de Manoli Castillejo, de 67 años. Su familia, entre ellos: sus dos hijas y su exmarido. Mañana se cumple una semana de su desaparición. Salió de casa el pasado lunes a primera hora de la tarde a dar un paseo y no regresó. No se sabe hacia dónde pudo dirigirse ni qué le ocurrió. Ni rastro. «¿Cómo quiere que estemos la familia? Igual que ayer. Cada día peor, porque no sabemos nada, no tenemos ninguna certidumbre, nada de nada». Son las palabras de José Luis Melado, exmarido de Manoli, que no falta ningún día a las batidas de búsqueda con sus prismáticos.

Tienen tres hijos. El menor no participa porque está convaleciente de una operación. Los tres están llevando esta situación con enorme angustia. «Están hechos polvo», cuenta su padre.

Cada día decenas de ciudadanos los acompañan en los rastreos. Esta mañana han sido 90 y esta tarde superaban el centenar. Las batidas comenzaron el jueves. «La verdad es que estamos muy agradecidos a la gente que nos está apoyando, nos sentimos rodeados de amigos», reconoce José Luis. Cada mañana que salen de casa con el rumbo marcado, pero incierto, reinician la esperanza de encontrar algo que los encamine a averiguar el paradero de Manoli. «A ver si hoy tenemos suerte y encontramos algo, algún indicio, porque estamos dando palos de ciego», comentaba al comienzo de la mañana, antes de empezar a caminar entre matorrales que asoman al río.

La Policía Nacional ha anunciado que mañana lunes se sumará a las labores de búsqueda la Unidad Canina de Madrid con perros adiestrados en el rastreo de personas y un helicóptero, si la niebla lo permite, así como unidades acuáticas a lo largo de esta semana. En la familia están convencidos de que están haciendo lo que está en su mano. «La verdad es que la policía se está portando fenomenal, están haciendo todo lo posible y se lo agradecemos, claro»

Junto a José Luis camina su hermano Carlos, que lo acompaña y lo sostiene. «Ya nos ponemos en lo peor, pero por lo menos que aparezca lo que sea, es la incertidumbre de no saber, de no encontrar ningún indicio, si está aquí o está en el río, no sabemos nada y en las cámaras tampoco se ve nada». Como no tienen rastro alguno, entiende que la policía «tampoco sabe de dónde tirar, estamos buscando por si acaso, por si suena la flauta, como dice el refrán».

Por no esperar en casa. Esperar qué. «Es un sinvivir, no sabes si está viva o si está muerta, si se la han llevado», especula Carlos. «Si ha sido ella o le han hecho algo, o la han intentado atracar, o algún coche la ha cogido y se la ha llevado». José Luis no sabe en qué ponerse.

Esta mañana la búsqueda comenzó en la margen izquierda de la avenida de Elvas, en las traseras de Decathon y detrás de la residencia universitaria de Fundación CB (Rucab). Por la tarde se ha organizado una nueva batida que ha abarcado las traseras del Anatómico Forense, el Cuartón del Cortijo hasta la autovía. Ningún resultado. Paralelamente, la Policía Nacional continúa con los drones revisando las orillas de la margen derecha del río Guadiana. Mañana continuarán. Han quedado en El Pico, con entrada por San Roque. Y así un día y otro. Hasta que Manoli aparezca.