Las obras terminarán a finales de 2024

El Centro de Flamenco que se construye en Badajoz incluirá un museo sobre Porrina

Ocupará una parte de la segunda planta del edificio que promueve el bailaor Jesús Ortega en Moreno Zancudo

El centro tendrá además aulas de formación, sala de espectáculos, tienda de souvenirs y terraza de celebraciones

Juan Guajardo y Jesús Ortega, flanquean la entrada de la obra, junto a los bloques de hormigón.

Juan Guajardo y Jesús Ortega, flanquean la entrada de la obra, junto a los bloques de hormigón. / A. M. R.

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

El comienzo de la obra se ha hecho de rogar, pero la construcción del edificio en la calle Moreno Zancudo de Badajoz que albergará el Centro Internacional de Flamenco ha empezado y sus promotores, Jesús Ortega y Juan Carlos Guajardo, que son socios en esta aventura, confían en tomarse las uvas en su terraza para recibir el 2025. Entre los contenidos que albergará, el centro contará con un espacio para un museo dedicado al cantaor Porrina de Badajoz, con material que cede el flamencólogo Francisco Zambrano: carteles de sus espectáculos, discos de pizarra y hasta vestuario de José Salazar Molina.

El edificio tendrá cuatro plantas: bajo, primera, segunda y ático, que suman casi 1.000 metros cuadrados útiles. En el bajo estarán la recepción y una tienda «muy abierta y divertida», con souvenirs de flamenco y de la ciudad. También se habilitarán dos estudios de formación independientes con un sistema de paneles que permitirá comunicarlos para abrir una sala de espectáculos con capacidad para 150 personas sentadas. Sus impulsores aspiran a que esta sala entre en la red regional. En la primera planta se ubicarán dos estudios de formación. La segunda será para una sala de exposiciones. Es aquí donde se adecuará el «pequeño» museo dedicado a Porrina. En este proyecto cultural, los promotores quieren contar con el apoyo de las Administraciones, por tratarse de un espacio de atracción de turismo.

El ático será «la joya de la corona» por las vistas que ofrecerá del entorno, en pleno corazón del Casco Antiguo. Será un espacio diáfano de encuentro, multifuncional, para reuniones o celebraciones. Dispone de dos terrazas, una de ellas de 60 metros, con vistas a El Silencio. Jesús Ortega destaca precisamente la influencia de este local de hostelería por haber apostado por el chaflán y por la labor cultural y artística que desarrolla su impulsor, Julián Monge. «Nosotros venimos a aportar y a sumar, si Julián no hubiese comprado su edificio a lo mejor nosotros no estamos aquí», subraya, agradecido. La inversión en la adquisición y la obra supera los 850.000 euros.

"Sólo una vida"

Fue en 2017 cuando Jesús Ortega y Juan Carlos Guajardo, ambos bailaores, compraron el edificio de Moreno Zancudo, con traseras a la calle San Lorenzo. Entonces no tenían aún definido el proyecto. En 2018 se pusieron en contacto con el arquitecto JuliánPrieto. La primera propuesta era dedicar el bajo y la primera planta al centro de formación y una sala de espectáculos y la segunda y el ático para viviendas, con las que autofinanciar el proyecto. Posteriormente decidieron que fuesen apartamentos turísticos. Llegó la pandemia y modificaron sus planes. «Dijimos: solo hay una vida y nuestro sueño es que el edificio sea un centro de formación», cuenta Ortega. Una parte de la financiación procede de Iniciativas Pacenses y el aval de Extraval.

Antes de comenzar la obra tuvieron que acometer el derribo, que ha durado dos meses. Jesús Ortega apunta que puede que en otra zona hubiese sido más fácil o rápido, pero destaca que existen muchas ayudas en el Casco Antiguo. El edificio tiene protegida la fachada, que corría riesgo de derrumbe tras unas lluvias y tuvieron que apuntalarlo, con una estructura que se han convertido en un símbolo en la plaza. Tal es así que invitan a la ciudadanía a dar ideas sobre qué se puede hacer con los dos bloques de hormigón decorados con retratos de la Veneno y Bambino, por obra y gracia de Los Palomos.

Los promotores recalcan que será un centro de formación y de capacitación. Ya tienen una escuela y un tablao en la Urbanización Guadiana y quieren crecer, que en estas nuevas instalaciones se pueda enseñar flamenco para todos los niveles y edades y dar un paso más en la capacitación, para incorporar al mercado laboral a gente joven. Ortega apunta que esto ya es una realidad, pues en los 10 años que lleva la escuela en Badajoz, han salido alumnos que están trabajando y tienen carreras brillantes, como Sara Ortega, Aroa Bravo y Zaira Prudencio.

Interior del solar.

Interior del solar. / A. M. R.

El proyecto será el de un Centro Internacional de Flamenco y Artes Escénicas, pues pretende incorporar la docencia y capacitación en otras disciplinas de danza, música, teatro e incluso plástica.Será internacional porque, como explica Ortega, tienen becas de estudios con Japón y pretenden que sea un espacio para que bailaores y músicos «de todo el mundo» tengan este lugar en Badajoz como referente «para venir aquí a estudiar nuestros palos, nuestros jaleos y nuestros tangos, que sea la capital del flamenco del suroeste de España». 

Su idea es que el centro pueda funcionar a finales de 2024. Quieren llevar el proyecto a la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, porque la sala de espectáculos está enfocada como tablado flamenco, el primero de Extremadura, como el que ya funciona en la Urbanización Guadiana, para descubrir este patrimonio a los turistas y enlazar su visita con otros atractivos de la ciudad.