Así se lo ha trasladado Antonio Cavacasillas y el gerente del IMSS

El Ayuntamiento de Badajoz 'invita' a los dos comedores sociales a irse del Casco Antiguo

Los responsables de ambos servicios se niegan. "Nosotros no somos el problema". "Estamos donde están las necesidades". Es su respuesta

Usuarios del comedor social de San Pedro de Alcántara.

Usuarios del comedor social de San Pedro de Alcántara. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Al Ayuntamiento de Badajoz no le gusta la imagen que ofrecen los comedores sociales en el Casco Antiguo de Badajoz por los usuarios que atraen. El concejal de Servicios Sociales, Antonio Cavacasillas, y el gerente del IMSS, José Antonio Expósito, han mantenido una reunión con los responsables de ambos recursos para 'invitarles' a que se trasladen a barrios periféricos. La reacción en ambos ha sido rotunda: no se van a ir. "Nosotros no somos el problema", es su respuesta. No los pueden obligar y así lo han entendido en las dos instituciones

La voz de alarma la ha dado este martes Izquierda Unida. Este diario lo ha confirmado en los dos comedores sociales y en el ayuntamiento. A través de un comunicado, IU denuncia que el ayuntamiento "está intentando convencer a estas organizaciones de que abandonen el Casco Antiguo con argumentos que criminalizan la pobreza y a quienes la sufren". Para esta formación es "indigno" que se pretenda expulsar "a las únicas instituciones que se preocupan por las personas que carecen de los elementos más básicos para la vida cuando el sistema no ha podido gestionar una solución que les ayude de manera efectiva".

En los dos comedores sociales la respuesta ha sido la misma.

La trabajadora social del comedor de la calle Martín Cansado, Soledad Velázquez, se muestra clara en la postura que mantiene este servicio que regentan las Hijas de la Caridad desde los años 50, primero en el Hospital Provincial, después en la calle Santa Lucía y, desde 1991, en la calle Martín Cansado, con ropero, duchas y comedor. Con la crisis empezaron a ayudar a las familias además con apoyo alimentario. A diario atienden una media de 80 usuarios.

Imagen de archivo de usuarios del comedor de la calle Martín Cansado.

Imagen de archivo de usuarios del comedor de la calle Martín Cansado. / S. GARCÍA

Hace diez días mantuvieron una reunión con Cavacasillas y Expósito. A la trabajadora social preguntaron cómo ve la situación del Casco Antiguo. "Lo que yo veo es que hay muchos solares y edificios de infravivienda, de los que no se sabe quiénes son los dueños y hay muchos puntos de venta de drogas, los comedores no tenemos la culpa de la inseguridad ciudadana o de la imagen que dé la ciudad".

No se van a marchar. "Las Hijas de la Caridad están donde están las necesidades y las necesidades están aquí". El ayuntamiento aduce, según esta trabajadora, que los usuarios proceden de otros barrios. "Nosotros atendemos a personas de todos los sitios", pues el perfil del comedor ha cambiado muchísimo. A las instalaciones de Martín Cansado acuden vecinos de Pardaleras, de Las Vaguadas, de Valdepasillas, de Cerro de Reyes, de San Roque y de la calle Martín Cansado. "Es un perfil muy variado", recalca. Reconoce que hay personas que ya están "cronificadas por su situación sanitaria y personal", pero otras tienen una trayectoria normalizada y debido a la situación económica, al incremento del coste de los suministros, la alimentación y los alquileres, acuden a este recurso. Están además las personas a las que se les deniega la protección de asilo internacional "que no tienen nada" pues no pueden optar a ninguna ayuda porque no tienen papeles. En este centro están atendiendo a más familias inmigrantes que españolas, que sí pueden recibir ayudas.

Ayuda sin concretar

Los responsables municipales les ofrecen "ayuda" para el traslado, sin concretar. "A nosotros solo nos han lanzado la idea y que ya hablaremos más adelante, pero les hemos dicho que no", insiste Soledad Velázquez. Esta trabajadora defiende que este comedor social debe seguir en su actual ubicación "porque se necesita un recurso aquí, donde está la gente, no hay ninguna ducha pública en todo Badajoz, los roperos los tenemos los dos comedores, somos un recurso sobradamente conocido por toda la ciudadanía, no solo por los profesionales de las entidades sociales, todo el mundo sabe que las Hijas de la Caridad están aquí y a lo que se dedican dese hace años". ¿Por qué en este lugar? "Porque tenemos las instalaciones, con certificado de calidad, que asegura la atención que prestamos, no sabemos por qué nos tenemos que trasladar".

En el comedor de la calle San Pedro Alcántara la postura es la misma. A su trabajadora social, Mercedes Iniesta, le parece "descabellado" que el ayuntamiento les "invite" a trasladarse "porque los técnicos, los trabajadores sociales de las diferentes áreas de servicios sociales de Badajoz, les han indicado que hay mayores necesidades en las zonas periféricas". Pero en este comedor social creen que no son esas las razones. "Tienen argumentos detrás que oficialmente no dicen", argumenta.

"La realidad es que hay mucho transeúnte, mucho sintecho y mucho vandalismo en el centro y quieren hacer limpieza". Pero en este comedor defienden que llevan 30 años en el Casco Antiguo "y es la zona con mayor incidencia, tenemos a gente de otras zonas, pero no es la mayoría, atendemos a gente de nuestra zona". Estas instalaciones ofrecen comida presencial y cena a 70 usuarios cada día, "la mayoría del entorno".

La reunión de este comedor con Cavacasillas y Expósito tuvo lugar ayer. Solo les plantearon el traslado a otras "zonas con mayor incidencia de personas sin recursos". Cualquier "barriada vulnerable". No les ofrecen un sitio, pero sí ayuda. "Es inviable que con una ayuda nos podamos ir, lo difícil es seguir, no trasladarse".

Mercedes Iniesta también insiste en que el ayuntamiento debe "buscar dónde está realmente el problema". Ella les dijo cuál es. "Se quedan callados", asienten y alegan que se escapa de las competencias municipales. "Si vosotros no tenéis que ver, menos tenemos que ver nosotros". Según Esta trabajadora social, el problema del Casco Antiguo de Badajoz es común a otros centros históricos. "Pon el comedor en Los Colorines y a ver quién va a comer allí".

Inciden en que el ayuntamiento no tiene ninguna potestad sobre los comedores sociales, a los que conceden una ayuda anual. Mercedes Iniesta cuenta que trasladarlos "no es empezar por el principio, es empezar por el final". En su opinión, llevarlos a la periferia "es desvestir a un santo para vestir a otro". Su razonamiento es que el ayuntamiento ofrezca este recurso en otros barrios que lo necesiten, pero no los que ya funcionan en el Casco Antiguo.