Robles destaca la labor de la escuela de pilotos de caza y ataque de la Base de Talavera

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado este viernes el Ala 23, la escuela militar de Caza y Ataque del Ejército del Aire y del Espacio ubicada en la base de Talavera la Real, donde ha destacado la labor formativa de esta unidad, por la que han pasado ya más de 2.000 alumnos.

Desde su fundación en 1953, este centro de enseñanza de élite ha realizado más de 130 cursos, que se traducen en unas 250.000 horas de vuelo, ha informado Defensa en un comunicado.

Robles y responsables militares han resaltado durante la visita “la excelente preparación de los alumnos”, a quienes se les ha recordado la importancia del estudio.

La función de esta unidad “no solo es convertir en pilotos de combate” a los alumnos, sino “darles la formación integral para que el Ejército del Aire y del Espacio tenga los oficiales y líderes que necesita para el futuro”, ha afirmado el jefe del Ala 23 y director de la Escuela de Caza y Ataque, el coronel Antonio Esteban.

“El sistema de enseñanza existente en la unidad es el más individualizado, pues realiza un seguimiento exhaustivo del progreso de los alumnos día a día”, ha explicado Esteban.

Los 12 alféreces alumnos que realizan la Fase Avanzada de vuelo lograrán ser reconocidos como pilotos de caza del Ejército del Aire y del Espacio, para a continuación ser destinados a los escuadrones dotados con aviones F-18 y Eurofighter.

Actualmente, otros tres alumnos realizan la formación desde Estados Unidos.

La ministra de Defensa, además de conversar con los alumnos, ha recorrido además el aula de realidad virtual y el simulador existentes, antes de trasladarse al Grupo de Fuerzas Aéreas Remotely Piloted Aircraft System (RPA), donde ha visitado el hangar de aviones, la sala de operaciones y las cabinas de control de vuelo de la aeronave Predator-B.

Con la llegada de las aeronaves remotamente tripuladas MQ-9 Predator-B, la escuela pasó a realizar, además de la función docente, una tarea enfocada principalmente en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

Este tipo de aviones-drones son capaces de operar vía satélite, y además de su integración en operaciones militares complejas, para las que han sido diseñados, pueden ser utilizados en apoyo a la observación de crisis humanitarias, vigilancia y control de fronteras, prevención de incendios, lucha contra el terrorismo y el crimen organizado o apoyo en emergencias y catástrofes, entre otros fines.