Entre las calles Muñoz Torrero y Felipe Checa y en la plaza de los Alféreces

Oleada de robos en Badajoz: atracan dos bares y lo intentan en otros dos en solo 24 horas

Este miércoles ha ocurrido en La Tapería de Carmen y en Lo Nuestro y han querido entrar en El Antiguo Farol y El Tronco. Ayer, en la Casona Baja

El autor del Casco Antiguo actúa solo, mientras que en Lo Nuestro parece ser que han llegado dos en moto

Agujero abierto en uno de los ventanales de La Tapería de Carmen.

Agujero abierto en uno de los ventanales de La Tapería de Carmen. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Oleada de robos en el centro de Badajoz. En apenas 24 horas, cuatro bares han sido violentados. En dos han conseguido robar y en otros dos se ha quedado en el intento. Esta mañana de miércoles, en el entorno de las 7.30 horas, han robado en la Tapería de Carmen, situada en la calle Felipe Checa, donde han logrado fracturar el grueso cristal de uno de los ventanales con una tapa de alcantarilla, han accedido al interior y se han apoderado del dinero de la caja registradora: apenas 80 euros. El mismo ladrón lo ha intentado también entrar en El Antiguo Farol y en El Tronco, situados a pocos metros del anterior y cercanos uno del otro, ambos en la calle Muñoz Torrero. Pero en ninguno de estos dos locales ha logrado entrar.

Un trabajador de Los Nuestro muestra las cadenas rotas.

Un trabajador de Los Nuestro muestra las cadenas rotas. / S. GARCÍA

Otro bar ha sido asaltado, más lejos, en la plaza de Los Alféreces. En este local también han entrado sobre las 6.00 de la madrugada y han robado. Pero la autoría no parece ser la misma, pues han sido dos atracadores que han llegado en moto, han entrado en el interior tras forzar el candado y se han apoderado de unos 800 euros de una caja registradora y dos lomos doblados. Han intentado abrir otra caja, pero no lo han conseguido.

Una trabajadora de El Tronco muestra la puerta reventada.

Una trabajadora de El Tronco muestra la puerta reventada. / S. GARCÍA

Estos cuatro actos delictivos se suman al ocurrido ayer martes, sobre las 7.25 horas en la Casona Baja, en la plaza de la Soledad, donde el ladrón utilizó el mismo modus operandi. Forzó las dos puertas de un acceso lateral del restaurante, entró en el interior y se apoderó del dinero de la caja y del bote de las propinas: 2.200 euros. La situación está provocando malestar y temor entre los hosteleros, que se quejan de falta de seguridad en el centro histórico. La semana pasada en apenas tres días se produjeron otros cuatro robos en establecimientos públicos de Pardaleras en menos de 48 horas.

Carmen Martínez Ruiz es la encargada de La Tapería de Carmen, que lleva abierta apenas 3 meses en la esquina de Felipe Checa. Esta mañana la ha despertado la policía, "que ha ido a buscarnos a casa". A las 7.25 horas han entrado en su local y han robado. Justo misma hora que el día anterior en la Casona Baja. Al llegar Carmen al bar se ha encontrado el interior "todo lleno de cristales y la caja abierta". El negocio tiene sistema de alarma. A la policía lo han avisado los trabajadores de La Corchuela, un bar situado enfrente, que han escuchado ruido. En este establecimiento abren a las 8.00 de la mañana y ya estaban ahí. En la caja de La Tapería de Carmen había "80 euros, lo que se hizo ayer". Es la primera vez que roban en este negocio. Lleva muy poco tiempo abierto. Según esta mujer, el autor "ha estado por aquí rondando con un patinete".

¿Dónde está el bote?

Según las imágenes recogidas por las cámaras, ha llegado solo, ha entrado por el agujero roto en el cristal, "ha empezado a buscar el bote, o sea que es camarero". En el sonido captado se le oye preguntar dónde está el bote repetidamente, hablando solo, desesperado. El ladrón se ocultaba el rostro con un pasamontañas de color azul y llevaba una chaqueta de color negro.

En este establecimiento están convencidos de que los robos se cometen coincidiendo con el cambio de turno de la policía, cuando menos agentes puede haber la calle. Cuentan que en La Tapería de Carmen el autor ha tenido que estar al menos 20 minutos intentando romper el cristal y en el interior, porque se puso a buscar dinero para llevarse. El bote solo contiene monedas de 5 céntimos. De la caja ha sacado todo lo que contenía el interior. "Ya no son los 80 euros, es el destrozo". En la puerta del establecimiento un cartel avisa "No dejamos dinero aquí. Las cámaras están activada". No ha debido leerlo.

Cristal fracturado de El Antihguo Farol.

Cristal fracturado de El Antihguo Farol. / S. GARCÍA

El ladrón ha intentado entrar también en El Antiguo Farol y en el El Tronco, situados a pocos metros. En ambos se ha quedado en el intento. Manuel Ángel Peguero es el encargado de El Tronco. Cuando han llegado esta mañana a las 8.00 horas han encontrado una de las puertas forzada, la de Felipe Checa. No han conseguido entrar porque tiene una chapa de refuerzo, "vendría con el tiempo justo y se ha ido al otro bar". Este profesional se queja de la inseguridad del entorno. "Ya por la noche da miedo dejar aquí a una persona sola, porque está todo desierto". Las calles están vacías y algunos que pasan provocan cierto recelo. "Cada vez hay más puntos de venta de droga". En su opinión, los robos se están produciendo "por desesperación" de quienes necesitan dinero urgente. "Cada vez veo a más drogadictos, todos nuevos". Lleva un año en El Tronco y no duda de que la solución pasa por una mayor presencia policial. Cuenta que en pocos meses ya han entrado varias veces a pedir agua y aprovechan un descuido para llevarse lo que tienen a mano: una botella de vino o el bote de las propinas. En El Tronco han decidido reforzar la puerta para impedir que vuelvan a intentar entrar.

El encargado de El Antiguo Farol, José Manuel Álvarez, ha tardado más en enterarse de lo sucedido. Llegó sobre las 11.45 horas y vio el cristal de la puerta roto en dos partes distintas. «Esto es porque han intentado entrar pero no han podido», pensó. La Policía Nacional le informó de que habían entrado en más bares. A este hostelero también le preocupa la situación del entorno y reclama «más vigilancia policial». Lleva 5 años en este establecimiento y solo había escuchado que se habían producido robos de manera esporádica. «Pero lo de esta noche, nunca».