El alcalde de Badajoz pide que el proyecto de las ermitas de la alcazaba se replantee

Gragera cree que la restauración propuesta no respeta su estructuras, volúmenes y realidad histórica

La consejera de Cultura se ha comprometido a revisar la intervención aprobada en la pasada legislatura

Estado actual de las ermitas de Nuestra Señora del Rosario y de la Consolación, en la Alcazaba de Badajoz.

Estado actual de las ermitas de Nuestra Señora del Rosario y de la Consolación, en la Alcazaba de Badajoz. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Tras muchos tiras y aflojas, en 2021 el Ayuntamiento de Badajoz arrancó a la Junta de Extremadura el compromiso de hacerse cargo de la redacción del proyecto de rehabilitación de las ermitas de Nuestra Señora del Rosario y de la Consolación, ambas en la alcazaba, para convertirlas en un centro de recepción de visitantes e interpretación. La Consejería de Cultura cumplió su parte con algo de retraso, y en la recta final de la pasada legislatura estaba definida la intervención y el coste las obras (unos 770.000 euros), aunque aún no había acuerdo sobre qué administración las iba a financiar.

El proyecto básico no se había entregado al ayuntamiento, pero sí se presentó en unas jornadas sobre restauración del patrimonio histórico celebradas en Mérida. La intervención no pareció acertada al equipo de gobierno, que considera que no respeta la estructura, volúmenes e historia de las ermitas. Por eso, tras la llegada del PP al Gobierno regional, el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha pedido a la consejera de Cultura, Victoria Bazaga, que la actuación se replantee y se ajuste «a la realidad histórica de la alcazaba», según avanzó él mismo a este diario.

El encuentro con Bazaga ha tenido lugar esta semana y, según Gragera, la consejera se ha comprometido a revisarlo, tras conocer que ni el ayuntamiento pacense ni otras asociaciones vinculadas con la defensa del patrimonio de la ciudad, como Amigos de Badajoz, están conformes con la rehabilitación propuesta. «Esperemos que ahora, una vez que se sienten y valoren los proyectos que están pendientes, acojan este sentir de la ciudad y del ayuntamiento, para que toda actuación que se haga en estas ermitas se ajuste lo máximo posible al recorrido histórico, a lo que existe y a lo que fueron», confió el alcalde.

En este sentido, aseguró que el ayuntamiento comparte el parecer que ya expresó públicamente Amigos de Badajoz, que alertó de que si la restauración se llevaba a cabo siguiendo el proyecto previsto se «adulterarían significativamente» estas construcciones, pues no respeta los volúmenes originales y, además, supondría un «impacto enorme» en la propia alcazaba.

«Lo que hemos podido vislumbrar de ese proyecto es que cambiaba la configuración, se hacían espacios funcionales, pero que no tenían mucho que ver con la estructura y volumetría de estas ermitas», apuntó Gragera, quién sí se mostró conforme con que se conviertan en centro de interpretación y recepción de visitantes, «porque lo que queremos que los espacios de la alcazaba se vayan recuperando y poniendo en uso».

En su reunión con la consejera, el alcalde también pidió a la consejera que, una vez se revise y modifique el proyecto de restauración de las ermitas, sea la Administración regional la que financie las obras. En este sentido, recordó que hay un convenio firmado a tres bandas entre el Gobierno central, el ayuntamiento y la Junta de Extremadura desde el 2006 para la rehabilitación integral de la alcazaba, con el que los dos primeros han cumplido y la tercera no, por lo que hay que estudiar que esta última «se ponga, ahora sí, al día con las inversiones», dijo.

Las ermitas de la alcazaba, que se encuentran en estado de semirruina, figuran en la ‘lista roja’ del patrimonio en riesgo de la asociación nacional Hispania Nostra desde finales de 2021, a propuesta de Amigos de Badajoz. 

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