Fiesta de la fundación de Badajoz

Almossassa: Mucho ambiente y poco atuendo árabe

La celebración está siendo un éxito de público pero pocos responden al llamamiento de caracterizarse. El concejal de Cultura quien animar a los escolares a través de la Gran Orden para la Defensa de Badajoz

Ambiente en la plaza Alta.

Ambiente en la plaza Alta. / Andrés Rodríguez

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Inmejorable ambiente en la plaza Alta, la de San José, Sáenz de Buroaga, Santa María, los jardines de La Galera y los de la Alcazaba. El trasiego es continuo desde el viernes para celebrar Almossassa, declarada de Interés Turístico Regional. Cientos de personas pasean entre los puestos del zoco árabe y participan en las actividades. Almossassa está siendo un éxito de público que, sin embargo, no ha respondido a la llamada de acudir caracterizado, como se hacía en el origen de la fiesta.

Ricardo Noriega con su hijo y sus sobrinas.

Ricardo Noriega con su hijo y sus sobrinas. / A. M. R.

Entre los que se atrevieron a ataviarse con atuendo árabe estaba la familia de Ricardo Noriega, con su hijo Antonio y sus sobrinas Pastora y Lourdes. Este fin de semana se sienten tan árabes que han cambiado sus nombres y se hacen llamar Hassan, Mustafá, Salema y Fatema. Son todos de Badajoz y decidieron caracterizarse porque «queremos arraigar esta fiesta que poco a poco va creciendo más y mimetizarnos con el ambiente». Era la primera vez que se vestían así. La ropa la tenían de un viaje que hicieron a Egipto. En ediciones anteriores sí acudían «a pasear», «pero este año creíamos conveniente vivirlo un poco más». Sabían que el ayuntamiento ha animado a los ciudadanos a vestirse de árabes, «pero vemos a pocos que se hayan atrevido, a ver si nosotros lo impulsamos para el año que viene».

Rashid, en su puesto del zoco.

Rashid, en su puesto del zoco. / Andrés Rodríguez

Sólo los vendedores de los puestos y los trabajadores de algunos locales de hostelería están caracterizados. Rashid lleva muchos años con su puesto de vestimentas árabes en Badajoz. Vende candoras (a 20 euros) y chilabas. El primer día vendió una veintena. En algún momento del fin de semana se animarán a ponérselas.

Julián y Fran delante de la fachada de El Silencio.

Julián y Fran delante de la fachada de El Silencio. / Andrés Rodríguez

El que nunca falla es El Silencio, cuya fachada está decorada con material reciclado. Julián Monge echa en falta que la gente se caracterice. «No lo hacen porque no saben lo divertido que es». «La gente se viste de domingo, Carnaval es la única fecha en la que todo el mundo se disfraza, pero a mí me gusta más Almossassa, es una fiesta muy nuestra». Monge destaca que ha mejorado mucho la decoración de las calles.

Fernando y Cristina, en La Cacharrería.

Fernando y Cristina, en La Cacharrería. / Andrés Rodríguez

En La Cacharrería, Fernando y Cristina también se caracterizan los tres días, «porque es un aliciente en esta fiesta», comenta Fernando, que reconoce que poca gente se viste, «solo los de los puestos, pero el público no participa». En su opinión, se debería recuperar el entusiasmo de los comienzos de Almossassa por ataviarse, pero entiende que muchos visitantes proceden de fuera y no están informados. Cristina sacó su atuendo de «cosas que había por casa, de carnavales». Ayer se sentía la Favorita, aunque echó en falta que otros se animasen. «Se tendría que disfrazar todo el mundo».

El concejal de Cultura y Ferias y Fiestas, José Antonio Casablanca, no se desanima. «Es el primer año y es normal, estamos intentando incentivarlo desde la nada y cuesta». Casablanca si vio a algunas personas caracterizadas. Pocas. «Este año queríamos una declaración de intenciones para potenciarlo de cara al año que viene, que es cuando queremos realmente que empiece a calar en la gente». Su idea es «tirar» de los colectivos del Carnaval y también de la Gran Orden para la Defensa de la Ciudad con Amigos de Badajoz, para llegar a los niños en los colegios, «metiéndoles el gusanillo desde pequeños a ver si conseguimos tener en unos años una buena recreación».