los trabajos de este tramo de la calle están dentro del lote 1 de plataforma única

La plataforma única de Santo Domingo se abre al tráfico esta semana

Las obras están acabadas pero hay que rematar algunos detalles en la vía

Los comerciantes se muestran descontentos por los desperfectos causado 

La céntrica vía ya luce su nuevo aspecto.

La céntrica vía ya luce su nuevo aspecto. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Irene Rangel

Irene Rangel

La nueva imagen de la calle Santo Domingo al completo ya es una realidad. La plataforma única de la vía, que ya estaba implantada en algunos tramos de la misma, llega por fin desde el inicio de la calle, en su intersección con Santa Lucía, hasta la rotonda de Santo Domingo de Guzmán, desde donde San Vicente de Paul todo lo vigila. Solo quedaba completar el tramo entre el comienzo de la calle y Juan Carlos I y han sido necesarios varios años para hacerlo. 

Desde el pasado viernes, la vía presenta su aspecto definitivo. Los operarios de la empresa adjudicataria colocaron las últimas losetas y comenzaron los trabajos de limpieza. Según confirmó el propio consistorio a este diario, este tramo de la calle está a punto de abrirse al tráfico, tanto peatonal como rodado. «Será esta misma semana», afirman, y explican que hay que esperar a que se fragüe el mortero instalado en la vía y rematar algunos detalles. 

Los trabajos de este tramo de la calle están incluídos en el lote 1 de plataforma única. Este abarca las actuaciones en las vías Santo Domingo, De Gabriel, Muñoz Torrero y Meléndez Valdés, adjudicadas por un valor de 445.748 euros. 

Descontento

Los negocios de la vía celebran el fin de la obra porque «está muy bonita» pero, sobre todo, «para dejar de luchar contra el polvo y la suciedad, que vaya veranito hemos tenido», afirma Soledad Díaz, de la farmacia ubicada en ese tramo de la vía.

Algunos comerciantes critican la fecha elegida para acometer los trabajos puesto que los meses de verano son «temporada alta» para ciertos negocios. «Yo entiendo que es difícil contentarnos a todos, pero a mi me ha costado dinero esta obra», dice Isabel Martínez. Ella tiene una empresa que se dedica al mundo de las bodas, «así que estos meses son los fuertes para mí. Yo cargo y descargo en mi tienda mucho material en furgones o camiones. Este verano he tenido que alquilar otro espacio para guardarlo todo y poder operar con ellos, porque desde aquí era inviable», y señala que «el polvo me ha dejado algunas cosas ‘perdidas’ de suciedad». 

Caso distinto es el que ha vivido María José Rodríguez, propietaria de una inmobiliaria en la calle. «Ya no es que no pase gente por aquí, es que la obra ha causado desperfectos en mi local». Su escaparate está acristalado de suelo a techo y «ahora tengo ‘chinazos’ tanto en la puerta como en la fachada. Por suerte el cristal es de seguridad, si no, se habría hecho añicos». Rodríguez también explica que el umbral ha sufrido desperfectos causados por la maquinaria utilizada por la empresa adjudicataria. 

Raquel, dueña de una peluquería, señala los desperfectos de su fachada.

Raquel, dueña de una peluquería, señala los desperfectos de su fachada. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Raquel Puche, peluquera y propietaria de un establecimiento, da «gracias a Dios porque ya se han acabado. Yo temía el corte de agua pero al final fue de solo dos días». Para ella, la obra ha quedado «estupenda y los accesos también» aunque duda que eso afecte al paso de la gente. «Esta calle no tiene mucho tráfico de gente. Que pasen o no por aquí no va a depender del suelo». Puche critica, sin embargo, «el estado horroroso en el que me han dejado la fachada tanto de suciedad como de desperfectos». La pared de Puche presenta varias roturas. «Una zona me la pegaron como pudieron o quisieron, otra ni eso, pero lo peor ha sido la forma de afrontarlo porque en ningún momento se han preocupado por los desperfectos que me han causado».

Ambas señalan que se han puesto en contacto con la empresa adjudicataria de las obras sin obtener solución ni respuesta alguna. Ahora, junto con otros vecinos comerciantes de la calle, pretenden contactar con el ayuntamiento para exponer la situación. «Yo esto no lo tenía así antes de que las obras empezaran. Me lo tendrán que arreglar, pero tanto la rotura como la suciedad que me han dejado. Espero que me lo dejen como estaba», dice la peluquera.