recogerán su distinción el próximo 7 de septiembre en el teatro romano de mérida

La planta de Oncohematología del Materno Infantil: «Esta Medalla de Extremadura pertenece a cada persona de la unidad»

Los trabajadores de la quinta planta del centro agradecen públicamente el apoyo recibido

Se han entregado 9.000 firmas a la Junta de Extremadura solicitando el reconocimiento al equipo

Equipo médico, pacientes, familiares y voluntarios posando en la puerta del Hospital Materno Infantil, esta mañana.

Equipo médico, pacientes, familiares y voluntarios posando en la puerta del Hospital Materno Infantil, esta mañana. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Irene Rangel

Irene Rangel

Nueve mil firmas, innumerables cartas de padres cuyos hijos han pasado por la quinta planta del Hospital Materno Infantil y el apoyo de 68 colectivos. Ese ha sido el aval presentado por la Asociación de Donantes de Médula Ósea (ADMO) junto al expediente de solicitud de la Medalla de Extremadura ante la Junta para lograr la distinción a esta unidad médica. Objetivo conseguido.

Los 25 trabajadores de la planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital Materno Infantil quisieron esta mañana dar las gracias públicamente «a todos los que han sumado para que tengamos este reconocimiento». En el acto celebrado en el centro hospitalario se respiraba la emoción incluso antes de que los encargados de dar los pertinentes discursos comenzaran a hablar. Era un momento de celebración, de abrazos, de reencuentros. «¡Cómo has crecido! ¿Cómo estás?», le preguntaba con genuino interés Celia Lucas, madre de un antiguo paciente, a Jesús Pinilla, un -cada vez menos- niño que compartió estancia con su hijo. Ambos se fundían en un abrazo al reencontrarse.

El equipo médico encargado de llevar el acto afirmó que este reconocimiento es «fruto de la trayectoria de los últimos años». El doctor José Manuel Vagace, jefe de servicio de Hematología, quiso recalcar que «esta medalla es de cada persona que conforma esta unidad», citando no solo a sanitarios sino también a voluntarios, maestras y padres. «Todos ellos nos dan continuamente importantes lecciones de vida», dijo.

El equipo médico quiso agradecer públicamente el reconocimiento.

El equipo médico quiso agradecer públicamente el reconocimiento. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

«Nuestros niños»

El foco de esta unidad está, indudablemente, en el paciente y sus familiares. Se definió el rol de los miembros del equipo como «un trabajo de profundo compromiso emocional», algo que se deduce con solo escuchar cómo se refieren inconscientemente a los pequeños: «nuestros niños». Hasta en tres ocasiones se escucharon esas palabras en el acto.

Irene y Alma, dos pacientes que quisieron estar presentes en el acto.

Irene y Alma, dos pacientes que quisieron estar presentes en el acto. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La doctora María Mora, pediatra oncológica, quiso ayer compartir la historia de la unidad porque «es un sitio al que no se puede acceder, la unidad está cerrada, pero es muy bonita en todos los sentidos». Así, explicó que se inauguró en el año 2005. Inicialmente estuvo ubicada en la 6º planta del Materno y contaba con cuatro habitaciones y un Hospital de Día dotado de 3 camas. «Teníamos poco espacio pero estábamos cerquita de la UCI, por si pasaba cualquier cosa». 

En 2018, debido a la demanda, la unidad se amplió y se trasladó a la quinta planta del materno. «La que hoy es nuestra casa. Al crearla desde cero, pudimos conseguir muchas de las cosas que se nos hacían esenciales, incluído un quirófano propio». Ahora cuentan con 7 habitaciones individuales con baño y 4 habitaciones individuales con baño separadas que conforman la zona de aislamiento. Toda la unidad cuenta con un sistema de filtro de aire independiente al resto de hospital adecuado para el tipo de pacientes inmunocomprometidos. «Y nuestra sala de juegos, donde niños y familiares pueden tomarse un respiro».

El equipo médico agradeció la labor de ADMO entregándole un ramo de flores a su presidenta, Virtudes Carrasco.

El equipo médico agradeció la labor de ADMO entregándole un ramo de flores a su presidenta, Virtudes Carrasco. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

ADMO, los más fieles defensores de la causa

El equipo médico quiso agradecer a ADMO el trabajo hecho para que esta candidatura se haya convertido en un premio. Virtudes Carrasco, presidenta de la asociación, no pudo evitar emocionarse al recibir un ramo de flores. La organización, además de ser creadora e impulsora de la candidatura, se ha encargado de recopilar todos los documentos necesarios para optar a esta distinción y Carrasco no pudo evitar mostrarse especialmente orgullosa de haberlo conseguido. «Han sido muchos meses de trabajo pero valen la pena».