La perrera requiere una ampliación para evitar situaciones de colapso

Más de 300 perros en lo que va de 2023. El dato de animales recogidos en lo que llevamos de año es demoledor. «La perrera está llena, hace tiempo que multiplicamos por tres la capacidad del centro de recuperación de animales», afirma Carlos Rosa, veterinario de Clinivex y encargado de la gestión del lugar. 

La situación en las instalaciones es «crítica», según cuentan sus responsables. La falta de espacio en las mismas ha hecho que los animales tengan que convivir fuera de los cheniles. Estos, según explica Rosa, están destinados a los perros potencialmente peligrosos, de tal manera que aquellos que pueden estar acompañados de otros perros están instalados en los patios del centro. «Tenemos cinco patios y en cada uno hay alrededor de diez canes».

De acuerdo con las explicaciones de la empresa encargada de gestional el centro, el contrato de adjudicación termina el próximo mes de agosto. El presupuesto actual, dicen, está desactualizado ya que «el coste de todo ha subido», afirman. «Yo no puedo exigir que eleven la dotación, esto es un contrato de cuatro años que tú debes administrar, pero lo cierto es que ahora mismo sale a pérdida. La gestión actual se hace perdiendo dinero. Imagino que se revisará: no es una cuestión de que tenga poca dotación sino de que todo es más caro. Ahora se debe aumentar el presupuesto». El equipo actual encargado de el centro de recuperación de animales consta de tres personas además del propio Carlos Rosa.

«Hace falta más espacio, darle un lavado de cara a las instalaciones y más personal», dice, y confía en que estas peticiones serán escuchadas en cuanto el nuevo equipo de gobierno comience a trabajar con normalidad.

Muy pocas adopciones

La mala situación no solo pasa por la mejora de las instalaciones. El alto número de abandonos dificulta el trabajo diario. «No tenemos datos de cuántos animales llevamos en el último mes pero las cifras son muy altas. 300 perros recogidos en seis meses es muchísimo y ahora viene una época difícil». 

El veterinario explica que el aumento de abandonos en invierno es debido a varios factores. La nueva ley de bienestar animal es uno de ellos. «La gente se ha asustado por las nuevas condiciones demandadas a la hora de tener una mascota y están abandonando a las suyas, pero no hay motivo real para asustarse», dice. También las subidas de precios está motivando que aumenten las cifras. «Todo sube, incluídos los piensos, los servivicios veterinarios... y la gente toma esta opción». Precisamente estos mismos motivos son los que están haciendo que las adopciones sean cada vez más escasas. Son muy pocas las personas que se quedan con un animal directamente de la perrera. «Los que salen de aquí son gracias a la ayuda de protectoras, que se los llevan en acogida, pero estas están saturadas. Ya no se adopta ni a los cachorros». 

Respuesta favorable

El alcalde, Ignacio Gragera, asegura ser consciente de la problemática existente y dice que se revisarán tanto los presupuestos como las instalaciones de la perrera municipal cuando cumpla el contrato existente. «Desafortunadamente los abandonos son un problema recurrente que se va solucionando gracias al esfuerzo de las personas que trabajan en el centro de recuperación de animales». El alcalde puso en valor las adopciones temporales que, a día de hoy, sirven para «aliviar presión» de las instalaciones. «Estamos trabajando en ello, esperamos poder asegurar las mejores condiciones a los animales que acaban allí».