SE PUDEN DONAR HASTA EL 21 DE JUNIO

Música contra el horror de la guerra en Siria

Músicos Sin Fronteras y CorazonEx Solidarios recogen instrumentos musicales en Badajoz para los niños y jóvenes de los campos de refugiados sirios. Se entregarán a un grupo de adolescentes secuestradas por el ISIS que han podido ser rescatadas

Alberto Covarsí y Pedro Monty junto a algunos de los instrumentos donados.

Alberto Covarsí y Pedro Monty junto a algunos de los instrumentos donados. / CEDIDA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Un piano que se salvó del incendio de una vivienda, una guitarra que alguien iba a tirar a la basura, una batería a la que su dueño ya no daba uso, unas maracas, unas cajas chinas y claves que no se hacían sonar desde hace tiempo...Todos están ya en el banco de instrumentos de Músicos Sin Fronteras y la Asociación CorazonEx Solidarios, que se han sumado, por primera vez, a una campaña que pretende aplacar los horrores de la guerra a través de la práctica de la música en los campos de refugiados en Siria. 

Las personas que deseen colaborar pueden donar instrumentos hasta el próximo 21 de junio. No importa cual sea, basta con que esté en condiciones de poder utilizarse. Si tiene algún pequeño desperfecto también es bienvenido, porque se reparan antes de ser enviados a sus nuevos propietarios. Solo hay que contactar con alguna de las dos asociaciones (en el teléfono 661 449091 y el correo pedromonty@hotmail.com) y la empresa de mensajería extremeña Envigüi se encargará  de recogerlo en casa del donante sin ningún coste. 

Todo el material que se reúna se enviará en un camión a los centros musicales y campos de refugiados del Kurdistán sirio, a través de la fundación del músico Gani Mirzo y la asociación Sonrisas en Acción. El periplo de los instrumentos hasta llegar a sus destinatarios es casi de película. De hecho, ha dado para un documental: ‘Apagando los sonidos de la guerra’, en el que Pablo Tosco y Miguel Roth plasmaron en 2019 la primera campaña: desde la recogida del material hasta su entrega a los niños y jóvenes sirios.

El primer tramo del trayecto no entraña dificultad: de España viajan a Alemania. Pero después no es tan fácil. En la frontera kurda hay que «sobornar» a los guardias para que dejen pasar el camión con la carga y puedan llegar a su destino.

«La música es nuestra arma de construcción masiva», dice Pedro Monty, presidente de Músicos Sin Fronteras en Extremadura, que explica que los instrumentos que se reúnan en Badajoz serán para un grupo de niñas que, tras ser secuestradas por el ISIS y sufrir todo tipo de horrores, pudieron ser rescatadas y se recuperan en los campamentos de refugiados. Allí, los profesores de los centros musicales, las enseñan a tocarlos desde cero. A miles de kilómetros, las guitarras, pianos y baterías que no sonaban en Badajoz, ayudarán «a cambiar vidas, porque música las cambia», defiende Monty. 

«Con este proyecto queremos que la práctica de la música pueda llegar a Siria y se convierta en vehículo integrador especialmente para los niños, encendiendo así una llama de ilusión», afirma Alberto Covarsí, presidente de CorazonEx Solidarios. 

Esta campaña se puso en marcha hace ya cinco años en el País Vasco y Valencia promovida por Músicos Sin Fronteras y se ha ido extendiendo a otras comunidades autónomas. A Extremadura, en la que se estrena este 2023, ha llegado a través de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cáceres, con el apoyo de su conservatorio. Los responsables de la iniciativa en Badajoz están dispuestos a seguir dando ‘el do de pecho’ en las próximas ediciones para que la música no deje de sonar en los campos de refugiados y siga siendo un bálsamo contra el dolor y la injusticia.