Deporte solidario en Badajoz

La carrera más familiar

La VII San Romilla agota sus 500 dorsales en la segunda edición fuera de su barrio de origen, San Roque

Salida de la carrera infantil.

Salida de la carrera infantil. / A. M. R.

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Ernesto González, su mujer, Carlota Martínez, y sus niños, Ernesto y Carlos, de 8 y 4 años, se colocaron este domingo bien temprano su camiseta de color azul para disponerse a participar en la VII San Romilla, la carrera más familiar de cuantas se celebran en Badajoz, que tiene su origen en la barriada de San Roque, (de ahí su nombre y porque se corre una distancia de una milla) y que desde el año pasado se organiza en el parque de la margen izquierda del Guadiana, en el paseo y el camino de tierra paralelo al Guadiana.

Ernesto y Carlota con sus hijos.

Ernesto y Carlota con sus hijos. / A. M. R.

Ernesto es profesor del colegio Virgen de Guadalupe, que organiza esta prueba. "Es una iniciativa muy bonita para hacer comunidad", comentaba esta mañana. Es el tercer año en el que participa toda la familia. "El objetivo es acabar", insiste entre bromas el padre, para no desanimar a los demás. Según Carlota, "los niños están emocionados y nerviosos". Querían volver a participar, aunque Ernesto hijo no se muestra muy convencido. Carlos sí contaba con llegar el primero y subirse al podio.

Vanesa con su sobrino Iker.

Vanesa con su sobrino Iker. / A. M. R.

Vanesa Murillo participaba en la carrera y también su sobrino, Iker García, con 10 años. Vanesa corría la San Romilla por primera vez. Para su sobrino era la tercera, con desigual resultado. "La primera vez, como era muy pequeño, me caí". Recuerda que le dolió. Aún así ha vuelto a correr, "porque mi madre ha dicho que venga y porque es una tradición de la familia". Viven en San Roque pero Iker estudia en los Maristas. "Nos hemos apuntado porque otra prima estudia en el Guadalupe y yo colaboro con la carrera, que es solidaria", contaba su tía.

Chema y Álvaro siguieron las carreras con patinetes eléctricos, por primera vez.

Chema y Álvaro siguieron las carreras con patinetes eléctricos, por primera vez. / A. M. R.

Antonio Barril es el coordinador de la Escuela Deportiva Virgen de Guadalupe y echa de menos que el recorrido se haya sacado de San Roque, "porque perdemos la identidad del propio nombre". Tuvo que cambiarse el circuito para no interferir en el tráfico. "Nos hemos adaptado y estamos muy contentos porque el entorno es precioso", apuntaba. Han repartido los 500 dorsales para todas las categorías (ocho) y ha habido gente que se ha quedado fuera. "Hemos cumplido más que el objetivo". La carrera tiene carácter solidario porque el dinero recaudado por los dorsales se destina a oenegés.

Salida de los cadetes.

Salida de los cadetes. / A. M. R.

Las ocho categorías de la carrera son: baby runner (de 3 a 5 años), prebejanmín (5 a 7), benjamín, alevín, infantil, cadete, junior y la senior absoluta. Esta última es la de mayor participación, con unos 300 participantes. Como curiosidad, en las inferiores había 150. Los adolescentes son los que más se resisten. No todos son corredores de San Roque, sino que la inscripción estaba abierta a toda la ciudad. De hecho, había muchos de otros barrios y hasta un corredor portugués, Mario Almeida, que ganó el año pasado y ha vuelto a llegar este año el primero en la categoría absoluta. También algunos "galgos" de Badajoz con buenas marcas que se lo toman muy en serio.

Para Antonio Barril, entre tantas carreras como se organizan en la ciudad, la principal particularidad de la San Romilla es que solo se recorre una milla (para las categorías absoluta, junior y cadete), que equivale a 1.609 metros y que todo se dona a oenegés, en este caso a Entreculturas y Alboan. "La otra gran particularidad, para mi gusto y mi felicidad es que somos casi 60 voluntarios los que venimos altruistamente a fomentar el deporte".

Además de las carreras, Entreculturas organizó actividades para los niños y sensibilización.

Los ganadores fueron: Mario Almeida, Alejandro Blasco y Jesús Montero en la absoluta masculina y Kiara Grano, Irene Barrena y María Jesús Flores en la femenina. En benjamines, Héctor Gutiérrez y Nayara Pereira. En cadetes: Víctor Oyola y Alba Blanco. En alevines: Álvaro Pulido y Clara Barquero. En infantil: Pablo Leal y Nur García. En juvenil: Carlos Albarrán y María Díaz. En prebenjamín: Hugo Pulido y Celia Fuentes. De los más pequeños, los primeros en alcanzar la meta fueron Pablo Barragán y Lou Gragera.