El padre los llamó cuando su hija lo avisó de sus intenciones

La Policía Nacional salva en Badajoz a una joven que intentó quitarse la vida en su casa

Tuvieron que romper el cristal de la puerta para acceder a la vivienda

Los policías Borja Carrasco y Alfonso Chivo.

Los policías Borja Carrasco y Alfonso Chivo. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Cuando está una vida en juego, no hay tiempo que perder. El viernes pasado, sobre las 16.20 horas, los policías nacionales Alfonso Chivo y Antonio Manuel Gómez circulaban en su zeta por San Roque cuando recibieron la llamada de su sala (Cimacc) sobre un posible intento de suicidio en la calle José Lanot de Badajoz. Allí los estaba esperando un hombre de 61 años, padre de una joven de 30 que le había enviado mensajes, a él y a su pareja, avisándoles de su intención de quitarse la vida. La joven no respondía a las llamadas y la puerta de la vivienda donde reside no abría. Había dejado puestas las llaves por dentro.

«El padre estaba muy preocupado porque golpeaba la puerta y su hija no le contestaba». Alfonso Chivo se hizo de un martillo que le pasó un vecino y rompió el cristal del acceso a la vivienda, a la que entró con otro compañero que se había acercado en otro zeta, José Pino. «Vi a la chica tumbada en el sofá, le cogí la mano y no tenía pulso fijo, estaba semiinconsciente». Encima de la mesa observaron muchos medicamentos y un bote de cristal con un líquido «que nos resultó raro».

"La vimos tirada en el sofá y nos pusimos en lo peor"

Al comprobar la gravedad avisaron al 112. A la casa accedió también otro compañero, Borja Carrasco. «La pusimos en posición de seguridad hasta que llegó la ambulancia». Fue en ese momento cuando recobró la consciencia . «Nos preocupaba que no estuviese viva, pero empezó a gesticular» y la trasladaron al Hospital Universitario. Mientras tanto, Antonio Manuel Gómez entrevistó al padre y a la pareja de la joven. Al parecer había ingerido una droga, GBL, conocida como ‘éxtasis líquido’ que, en combinación con fármacos, puede llevar al coma e incluso provocar la muerte

Los policías se acercaron después al hospital, donde el padre les agradeció lo que habían hecho por su hija. «La verdad es que fue todo muy rápido, tardaríamos menos de un minuto, cuando entra una llamada de esas intentas llegar lo antes posible», contaba este lunes Alfonso Chivo. «El padre nos dijo que no era la primera vez que lo intentaba y con los mensajes que envió, cuando entramos y la vimos tirada en el sofá, nos pusimos en lo peor». Su rápida actuación fue crucial. «Si el padre o su pareja no hubiesen recibido el mensaje no sé qué habría pasado con esa chica».