La UTE adjudicataria pidió la rescisión del contrato

El Ayuntamiento de Badajoz tendrá que licitar la terminación de la obra de la piscina de la margen derecha

Lleva casi un año parada

Las obras de la piscina están paradas desde hace casi un año.

Las obras de la piscina están paradas desde hace casi un año. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

No hay proyecto en Badajoz que haya padecido más modificaciones en su configuración, en su ubicación y en sus plazos que el de la piscina de la margen derecha, que construye el ayuntamiento cofinanciado con la Junta de Extremadura. Ahora sufre otro revés que impide calcular cuándo podrá estar terminada. El ayuntamiento tendrá que licitar un nuevo contrato para concluir las obras, después de que la UTE adjudicataria haya pedido la rescisión del que firmó y de que haya fracasado el intento del consistorio de que una de las dos empresas que la forman siguiese adelante con los trabajos. Así lo ha confirmado este martes el alcalde pacense, Ignacio Gragera.

Las obras, que comenzaron en octubre de 2019 y debían haber terminado en diciembre de 2020 en una primera fase, llevan paradas casi un año. El contrato con la adjudicataria aún no se ha resuelto.

El proyecto se adjudicó a la UTE formada por Martín Casillas y Sehuca. El alcalde ha confirmado que "no es posible" que ninguna de las dos empresas se haga cargo de terminar los trabajos. Según ha explicado, la situación de la piscina es la misma que la de la ampliación de la residencia de mayores de la Granadilla, que acomete la Junta de Extremadura, y que también está parada. "Estamos exactamente en el mismo caso y habrá que volver a sacar la licitación porque no se puede", ha señalado.

Según ha informado Gragera, una de las empresas que conforman la UTE carece de viabilidad, está en un proceso de concurso y no puede continuar con la obra. Ha recordado que desde el ayuntamiento se estudió la posibilidad de que la otra empresa se hiciera cargo, pero "obviamente, sabiendo que forma parte de la UTE, a la que corresponde la adjudicación y que por tanto esa situación de insolvencia le puede provocar algún pago que no pueda controlar, no es posible que continúe".

Para el alcalde, es "una pena" la situación en la que se encuentra en estos momentos el proyecto y confía en que se pueda licitar cuanto antes un nuevo contrato, con la actualización necesaria de los precios y "el compromiso de terminar la obra en cuanto las Administraciones nos pongamos de acuerdo, que espero que sea pronto, porque es una instalación muy importante y muy simbólica para la ciudad".

Gragera se ha referido a que "por desgracia" lo que está ocurriendo con esta obra no es una excepción, pues hay muchos otros proyectos que se quedan desiertos, precisamente por el incremento del precio de los materiales y otras que no se concluyen. "En Badajoz tenemos muchos casos, las empresas lo estan pasando mal y el incremento del coste de los materiales hace que muchas sean inviables".

Gragera desconoce qué porcentaje de la primera fase de la piscina queda por terminar. Teniendo en cuenta que está cofinanciada por la Junta de Extremadura, una vez que se resuelva el contrato -que el alcalde espera que sea pronto-, el ayuntamiento tendrá que ponerse de acuerdo con la Administración regional. "Esto no es una situación normal ni que ninguna Administración quiera, sino que se ha debido a la coyuntura y, al igual que se ha llegado a acuerdos de prórroga con otros proyectos compartidos como consecuencia de una crisis empresarial, espero que la Junta tenga las ganas de continuar involucrada en el proyecto". De no ser así, el ayuntamiento lo denunciaría. "Pero no creo que haga falta, porque esto es una instalación de ciudad y de región y aquí tenemos que estar todos juntos, pues lo que interesa es que salga la instalación para adelante y consigamos que esté en marcha cuanto antes". El alcalde ha reconocido que nunca ha querido dar plazos sobre el desarrollo de estas obras "porque ya veíamos venir que la situación se iba complicando".