Vaivén se alza con el primer premio de las comparsas de adultos con sus esquimales

Badajoz presume del mayor desfile de la historia de su Carnaval

51 comparsas, 18 grupos menores y 35 artefactos reunieron a casi 10.000 participantes

Los ganadores, de la comparsa El Vaivén.

Los ganadores, de la comparsa El Vaivén. / Andres Rodríguez

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

El buen tiempo acompañó toda la jornada y hubo quien aguantó sentado como público las más de diez horas que se prolongó ayer el gran desfile de comparsas, grupos menores y artefactos, que se proclamó como el más multitudinario de la historia del Carnaval de Badajoz, con casi 10.000 participantes. De las 51 comparsas que desfilaron, 20 eran de Badajoz y de sus poblados, mientras que el resto procedía de otros municipios de la región, cuyos acompañantes los animaron durante el recorrido, haciendo así suya una vez más la gran cita carnavalera de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional desde el año pasado.

Los grupos hicieron gala de imaginación y de renovación. Algunos coincidieron en sus temáticas, como hindúes, africanos, caribeños y piratas, pero todos supieron diferenciarse con complementos llamativos, músicas alusivas a su temática, estandartes impresionantes y las voces del cuerpo de baile, que ya no se limita a la coreografía, sino que cada vez son más las comparsas que las completan con estribillos a viva voz y gritos de ánimo o de guerra.

La ballena de El Vaivén.

La ballena de El Vaivén. / Andrés Rodríguez

El Vaivén, de Badajoz, que ya se alzó con el primer premio en el concurso de comparsas infantiles el viernes, ha conseguido también el oro en el desfile de adultos, según el fallo del jurado, que acaba de hacerse público. Es la tercera vez que El Vaivén se alza con el primer premio, cuyo palmarés contiene otros dos segundos, dos terceros, un cuarto y un quinto, además de accésits. Para quien haya presenciado el desfile, sus integrantes son difíciles de olvidar, pues su temática era Inuit y han salido disfrazados de esquimales, con una enorme ballena como estandarte, además de iglús y esculturas de poliespán en el carro de música.

Los Lingotes, vigentes campeones.

Los Lingotes, vigentes campeones. / Andrés Rodríguez

El segundo premio ha sido para Los Lingotes, vendedores de la anterior edición. El tercero para Los Tukanes, el cuarto para Los Colegas y el quinto para los oliventinos Donde vamos la liamos.

Los Colegas, de Miajadas, de Transiberiano.

Los Colegas, de Miajadas, de Transiberiano. / Andrés Rodríguez

Donde vamos la liamos y su alter ego

Donde vamos la liamos y su alter ego / Andrés Rodríguez

También se han concedido 20 accésits (Wailuku, Los Mismos, Moracantana, Umsuka Imbali, Caribe, La Bullanguera, Dekebais, La Pava and Company, Lancelog, Aquelarre, Vas como quieres, Las Monjas, Los Pirulfos, Caretos Salvavidas, Cambalada, Balumba, Achiweyba, Los Makumbas, Achikitú y Los de Siempre.

El premio al estandarte fijo ha sido para Achiquitú y el móvil, para Umsuka Imbali.

El artefacto de Mascachapas.

El artefacto de Mascachapas. / Andrés Rodríguez

En cuanto a los artefactos, el primer premio ha recaído en Mascachapas, el segundo para Aprisa y Corriendo, tercero para El gallenero, uno cuarto premio compartido entre Pues anda que tú y Deskarria2, el quinto para Trimoto, el sexto para Sal si puedes, séptimo para Los Lorelos, octavo premio para Lokuralita y el noveno para Loquehacostao.

Entre los grupos menores se han repartido 8 premios: Los arrebujados, Baluarte carnavalero, La Peña d elos 3 cubatas, Los de siempre, Chalchimpapas, Dekefuistis y Carnavalitis comparten el sexto, No me toques las boliñas y Los Puretas de la Conga hacen lo propio con el séptimo premio y el octavo para Los últimos Manolitos.

Saqqora, de La Garrovilla.

Saqqora, de La Garrovilla. / Andrés Rodríguez

Saqqora, de La Garrovilla, abrió el desfile con su concurso de bailes de salón, enarbolando sonrisas al ritmo de sus flecos y de sus pañuelos blancos. Les siguieron Los Desertores, de Badajoz, como dioses del océano, del color de los caballitos con melodías marinas. Colorido sobre ruedas volvió a salir en tercer lugar, como es la tradición para los chicos de la asociación de parálisis cerebral, Aspace. Iban de «rotos mal pegados». Total, nada. Los cuartos en salir se estrenaban en el desfile de Badajoz: Sinsili-No llegaron procedentes de Zahínos y estuvieron a la altura como White Amanesquera, que es la fiesta hasta el amanecer, de blanco con detalles turquesas y gafas psicodélicas. Nada más y nada menos que de Quintana de la Serena procedían Los Caprichosos con sus ‘Aquellos maravillosos años’ que repasaron en su traje y sobre todo en su gorro, sobre el que se sentaba Doña Ruperta del programa ‘123’, la rana Gustavo y la abeja Maya, entre otros personajes que quedan en la memoria de quienes ya peinan canas. Destacaba su cartera de cuero.

Achiquitú.

Achiquitú. / Andrés Rodríguez

Los Infectos Acelerados rindieron homenaje a la fiesta prerromana de la Lupercalia, con el sonido de las trompetas. Desde Barbaño llegaron Los Pirulfos y su guerra de las Galaxias con pistolas de agua. Al quitarse el casco, descubrieron su cabeza dorada. Valkerai lo dio todo como tribu africana, con un llamativo gorro compuesto por 300 trenzas. Detrás entraron los gitanos de Themba, procedentes de Don Benito, con sus faldas de volantes de diferentes colores y llamativos abanicos. 

La Kockera desfiló pero no entró en el concurso.

La Kockera desfiló pero no entró en el concurso. / Andrés Rodríguez

Desde Valdelacalzada se trasladó Marabunta con la noche en La Habana y su gorro de frutas, cuya música animó todo el recorrido. Independientemente de que le jurado los reconociese o no, sin duda El Vaivén dio que hablar.Son la comparsa más numerosa, con casi 400 componentes, e iban de auténticos esquimales, con iglús, esculturas de hielo en poliespán en el carro de música, un estandarte gigante en forma de ballena, trajes con todo lujo de detalles y el sonido real de una caracola.

Anuva

Anuva / Andrés Rodríguez

Les siguieron Las Monjas de Torremejía, que nunca defraudan. Esta vez mezclaron la edad media con la Super Bowl americana.Parece difícil, pero el resultado fue atractivo. Llevaban incluso gradas y pantallas y el baile resultó espectacular. La Bullanguera representó ElRey León. Maravillosas sus jirafas sobre zancos. Meraki trajo desde Valdebótoa la película de Disney ‘Encanto’ con sus preciosos gorros y sus faldas tejidas. Los emeritenses de Los Lorolos eligieron la elegancia de unos mosqueteros españolizados, con sus rosas que se convertían en espadas. También desde La Garrovilla viajaron Los de Siempre como caribeños muy coloridos que al desprenderse de la falda con volantes de colores desvelaban otra blanca de flecos. De Arroyo de San Serván llegaron Los Riki´s de arlequines o bufones de lujo, con traje de terciopelo rojo muy veneciano.

Cambalada.

Cambalada. / Andrés Rodríguez

Donde vamos la liamos volvió a liarla. Los oliventinos se desdoblaban en ángel y el demonio y desplegaron con gritos su animada coreografía llena de ritmo. Los de Moracantana querían trasladar Ibiza a Badajoz y divirtieron. Los integrantes de la Movida de Gévora se convirtieron en zíngaras con sombrero de cepillo de cerdas verdes. Umsuka Imbali trajo los primeros y espectaculares piratas de terciopelo rojo al desfile con su gran barco que atrajo todas las miradas. Montihuacán hizo espectáculo de calle con la guardia de Uller, el dios nórdico del invierno. Digno de ver en sus zancos cuando intentaba liberarse de las cadenas. Los Colegas de Miajadas lo dieron todo con su Transiberiano, desde el tren del estandarte, los trajes, la música original y el carro de la música en forma de estación de tren.

Aquelarre desde Las Vegas.

Aquelarre desde Las Vegas. / Andrés Rodríguez

Anuva de Barcarrota ve el futuro plateado con cables fosforito y arandelas metálicas en el maquillaje. Los vencedores de la pasada edición, Los Lingotes, de Talavera la Real, mezclaron África y el Caribe y la unión dio resultado. Bakumba bailó a ritmo de reggaeton y los Caretos Salvavidas bordaron su tema con El Gran Gatsby, desde el estandarte con la estatua de la Libertad, a los trajes de con flecos y perlas, sus guantes con incrustaciones y el ritmo de charlestón. Muy originales de panteras negras encueradas en la Pava and Company. Otros de Quintana, Los Legendarios, con Estudio 54. Llamaban la atención sus capas plisadas y el enorme carro de música con fotos de famosos de la época. Los Mismos de Guadiana aportaron mucho ritmo y destacaron por su estandarte. Les siguieron los bárbaros de los Makumbas con sus gritos de guerra, procedentes de Barcarrota. Desde Olivenza llegó Tarakanova con su traje de cuentos y unicornios.

Colorido sobre ruedas.

Colorido sobre ruedas. / Andrés Rodríguez

Lancelot siguió la ruta de la seda, desplegó pañuelos y lució un traje precioso de terciopelo. Dekebais siempre sorprende, esta vez con la conquista del Oeste en rosa y turquesa y sus gorros tan originales. Los Tukanes de Alange se trasladaron a un paraíso natural de gran colorido. Sus componentes bailaban sin soltar la bandeja de los cócteles. Aquelarre trajo Las Vegas desde Aceuchal, con sus cartas de póquer y su ruleta, que desplegó en la calle.Desde Alconchel, Stanmajaras se trasladó al futuro y Balumba de Gévora rindió homenaje a los carnavaleros en la tela de su traje. Atahualpa se rindió a África y Achiquitú desfiló con un espectacular estandarte con la reina del mar. Detrás salieron los segundos piratas, los del Caribe, con su estandarte de cine.

Caretos Salvavidas.

Caretos Salvavidas. / Andrés Rodríguez

Wayluku se trasladó a la India sin escatimar detalles en sus disfraces y en su gorro y Shantala rescató a los chicos de Locomía y sus abanicos. Vendaval se convirtió en tribu maya con cabeza de serpiente y Vas como quieres, de Puebla de la Calzada, escenificó un teatro clásico preciosista. Achiweyba se convirtió en Bollywood, también con su Taj Mahal y su baile de velos cruzados.Los Pío-Pio viajaron hasta Egipto con su momia en el estandarte. Maravillosa La Kochera que, a pesar de esta descalificada en origen por haber paseado dos disfraces distintos, lo dio todo con sus vaqueros de color rosa y sus indios amarillos. Cambalada cerrró el desfile de comparsas de adultos, como ya hizo con el ifnantil a ritmo de Wakanda. No faltó el gorila blanco en su carro de música.

Delkebais.

Dekebais. / Andrés Rodríguez

El gran desfile transcurrió sin incidentes reseñables.Cruz Roja atendió unas 70 asistencias, ninguna de gravedad. Salvo un aviso de ictus que no fue tal y que provocó un cierto retraso.