Antiguos murgueros, músicos y una profesional del arte dramático

Los que parten el bacalao

Conocemos a los miembros del jurado del concurso de murgas 2023. ¿Quiénes son ellos?

El jurado: De izq. a dcha: Jaén, Linares, Simón, Sánchez, Álvarez (presidente), Bueno (secretario), Movilla y Benítez.

El jurado: De izq. a dcha: Jaén, Linares, Simón, Sánchez, Álvarez (presidente), Bueno (secretario), Movilla y Benítez. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Irene Rangel

Irene Rangel

Son los más queridos y también los más odiados, según qué suerte juegue cada agrupación en las noches de teatro. Ellos, los que bolígrafo en mano alzan a los cielos o sentencian a muerte a cada grupo. Conocer su nombre es una de las incógnitas de cada año murguero y esta vez con más razón: serán los encargados de puntuar ese ya famoso ‘gracejo’. 

Marco Antonio Álvarez Larios ocupa el cargo de presidente del jurado. Lo hace tras la marcha de Juan Carlos Bodes, que llevaba ya dos años en el puesto. Marco es antiguo murguero (fue componente de Marwan y fundador de la murga Al Maridi). El presidente no tiene voto durante el concurso sino que es el encargado de elegir al resto de miembros. También sin voto estará José Manuel Bueno, secretario del jurado, que es el encargado de levantar las actas de las posibles incidencias, ayudar al cumplimiento de las bases y hacer el recuento de puntuaciones otorgadas. 

¿Y quiénes son los que jugarán con las ilusiones de cientos de murgueros? 

Jesús Movilla

Antiguo murguero (fue componente de la murga AdLibitum) y componente de la tuna de Medicina de Badajoz, ahora tendrá que ver los toros desde el otro lado de la barrera tras más de 40 años haciendo Carnaval. «Para mí una murga es un concepto musical que se organiza por y para el Carnaval, primando la crítica y el sarcasmo de actualidad local. Siempre contará más la crítica o el halago a Badajoz que la que se haga a Hospitalet de Llobregat». 

Yolanda Sánchez

Es directora del Conservatorio Profesional de Música Juan Vázquez de Badajoz. «Siempre he seguido las murgas tanto por la televisión como en la calle, así que vivo mi papel de jurado con mucha ilusión», afirma. Es participante del Carnaval como miembro de un artefacto, ‘La Granjartera’ y opina que lo que más valor tiene en una murga es «transmitir. Creo que tengo ese pensamiento debido a mi profesión, pero es importantísimo que las murgas transmitan con su personaje y su forma de cantar y tocar». 

Soledad Benítez

Ella es actriz. Esta pacense nunca ha vivido el concurso desde las tablas del teatro pero sí desde el público. Asegura que es seguidora de las murgas «de las que va de bar en bar», asegura. «A pesar de que todos valoramos todo, imagino que por mi profesión me fijaré más en la interpretación de los personajes», afirma Soledad. «Valoraré a los grupos siendo lo más ecuánime posible» dice. 

Santi Linares

Músico y antiguo murguero (estuvo en Taways, Dakipakasa, Titirimundi y Pixa a la Fulaneska), Santi Linares es una cara conocida por todo aficionado a las murgas. «Como no puedo estar en el escenario, al menos estoy ligado a él. La de jurado es una función difícil porque conozco el trabajo que lleva sacar un grupo pero tuve que aceptarla», dice. Santi afronta el nombramiento con experiencia, ya fue juez en el año 2019.

Gonzalo Simón

Antiguo murguero (en la extinta murga Los Niños) y aficionado al Carnaval, tampoco es la primera vez para Gonzalo como encargado de valorar las murgas, ya desempeñó esa tarea en los años 2001 y 2002. Siente mucha responsabilidad porque «es muy difícil valorar o medir a murgas muy dispares en estilo con las mismas bases, pero trataré de hacerlo lo mejor posible», asegura. 

Pedro Jaén

Será la primera vez que Pedro no salga en Carnaval con una murga desde hace muchos años (primero fue componente de Los Auténticos Coplillas y luego de Jarana, que este año no saldrá a la calle por primera vez), así que su experiencia en esta fiesta es innegable. «A mi me gusta más una murga de estilo gracioso pero valoro el trabajo que tienen detrás las más serias», dice. Se enfrenta a su papel con ilusión pero también con autoexigencia «no se me puede escapar ningún detalle, todos puntuamos todo, no por especialidades».