LA CAUSA SE INSTRUYE EN EL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN NÚMERO 2

Piden imputar a cuatro médicos de la cárcel de Badajoz por la muerte de un recluso

El preso falleció por una leucemia mieloide aguda en octubre de 2020 y su familia denunció a Instituciones Penitenciarias por homicidio imprudente

El abogado Marcos García Montes, en el centro, durante un juicio en la Audiencia Provincial de Cáceres en 2019.

El abogado Marcos García Montes, en el centro, durante un juicio en la Audiencia Provincial de Cáceres en 2019. / LA CRÓNICA

B. C.

La familia de Manuel Aparicio de la Peña, un recluso de 32 años del centro penitenciario de Badajoz que falleció en octubre de 2020 por una leucemia mieloide aguda, solicitará que se incluya como imputados en la causa abierta por homicidio imprudente a cuatro médicos de la prisión pacense. 

La decisión la tomó ayer su abogado, el mediático Marcos García Montes, tras escuchar la declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 del jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)del Hospital Universitario de Badajoz, donde Manuel Aparicio fue ingresado el 5 de octubre de hace dos años y falleció 14 días después.

Según explicó su hermana, Pamela Aparicio, representante en Badajoz de la Plataforma de Familiares de Presos Muertos en Prisión, el testimonio del responsable de la UCI ha sido «fundamental» para pedir la imputación de cuatro de los médicos de la prisión en esta causa contra la Secretaría General de Instituciones Penitenciaria al apreciar que de sus manifestaciones se pueden deducir que existen indicios de criminalidad en su comportamiento. «Ha dejado claro que la muerte de mi hermano se podría haber evitado si se hubiera cogido a tiempo y que si se le hubiera realizado una analítica tres meses antes, habría sobrevivido», aseguró Pamela Aparicio sobre la declaración del jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos.

«Tenía los síntomas claros de una leucemia mieloide aguda: cefaleas, mareos, dolor en la parte izquierda del costado y petequias, además de un evidente pérdida de peso», explicó la hermana del recluso fallecido, quien lamentó que pese a ello, no se le realizó ninguna analítica. De hecho, según dijo, desde que ingresó en la cárcel en diciembre de 2017, solo se le realizaron análisis en enero de 2018, «el que es obligatorio por protocolo para las personas que ingresan en el centro penitenciario, pero desde entonces ni uno más», denunció. 

Manuel Aparicio de la Peña residía en Don Benito y tenía dos hijas de 3 y 7 años cuando murió. «Han quedado enterrada a la familia de por vida, porque no tenemos ni el alivio de que fue atendido cuando se encontraba enfermo, sino que estaba agonizando en prisión y solo lo sacaron para morir», denunció su hermana. Según su relato, su hermano solo fue trasladado al centro hospitalario cuando «se desplomó tosiendo» en la prisión. «Él iba continuamente al médico en la cárcel para pedir ayuda, pero solo le recetaban paracetamol y que tomara el sol», según Pamela Aparicio.  

Tras su muerte, la familia interpuso una denuncia contra la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, por homicidio imprudente. Aunque la causa ha sido archivada en dos ocasiones, se ha vuelto a reabrir.

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