La Crónica de Badajoz

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El 15 de diciembre hay una asamblea en la que dimitirá la junta directiva

La sede vecinal de Cerro Gordo, en Badajoz, cerrará si desaparece la asociación

Acoge actividades como karate, ajedrez, bailes, o la universidad popular

Actividad de ajedrez en la sede de la Asociación de Vecinos de Cerro Gordo. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La junta directiva de la Asociación de Vecinos Mirador de Cerro Gordo ha presentado su dimisión, que se hará efectiva el próximo 15 de diciembre, día en el que se ha convocado una asamblea general extraordinaria para los socios y en el que se decidirán o elegirán las nuevas personas que se hagan responsables de la asociación. Pero también existe la posibilidad de que no se presente nadie, en cuyo caso desaparecería.

Uno de los grandes problemas que conllevaría esta segunda opción sería el cierre del local que el ayuntamiento tiene cedido a la asociación y que, a diario, acoge numerosas actividades para decenas de niños y mayores. Estos se quedarían sin poder hacer inglés, robótica, baile moderno, ballet, karate o flamenco. También se lleva a cabo allí una de las aulas de la Universidad Popular de Badajoz y ajedrez por parte de las Escuelas Deportivas Municipales. En cuanto a estos últimos alumnos, el coordinador de las escuelas, José María Sánchez, afirmó que no les afectaría el cierre porque se trasladarían los grupos al colegio del barrio, que es donde se desarrollan la mayoría de las actividades.

El actual presidente de la asociación de vecinos, Antonio Osorio, no cree que si esta deja de funcionar el ayuntamiento ceda dicho local para los vecinos y se tendría que cerrar.

Local de la Asociación de Vecinos de Cerro Gordo cedido por el ayuntamiento. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Osorio renuncia, de manera «irrevocable», al cargo que ha ocupado durante los últimos seis años, y con él las otras cinco personas que conforman la junta directiva, porque «necesito desconectar de todo e incluso me está afectando a mi salud». Según explicó, han sido muchos años en los que ha estado reivindicando mejoras para la barriada al ayuntamiento y, además, constantemente recibe las quejas y preocupaciones de los residente.

Mañanas, tardes, fines de semana, días festivos y hasta en las vacaciones le requieren y ya no dispone de tiempo libre. «Estoy siempre en el medio, casi siempre luchando solo aunque tengo dos personas que me ayudan mucho y llega un momento en que no puedo estar para todo», señaló.

En este sentido, cree que debe de dar un paso al lado y que, de entre las casi 7.000 personas que están viviendo allí, haya otros que se responsabilicen de la asociación, continúen el proyecto que ellos dejan y luchen por el barrio. «A mi no me gustaría que se disolviera pero yo no voy a ser siempre quien tire del carro», aclaró. Es una decisión que ha meditado durante mucho tiempo porque realmente a él le gusta y cuando se hizo cargo conocía las consecuencias.

Así, recordó que se encontraron una asociación con deudas, con denuncias de Hacienda y tan solo 28 socios. El equipo saneó las cuentas, «en la actualidad hay algo de dinero» y se han conseguido avances.

De cara a la asamblea, detalló que si nadie se presenta a la presidencia y a los demás puestos se nombraría una gestora que se encargaría de liquidarla. Sin embargo confía en que no suceda porque en las fiestas hubo personas que le transmitieron su interés.

Osorio y su equipo han recibido estos días atrás numerosos agradecimiento de los vecinos por redes sociales.

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