Mi querida iglesia de San Agustín. Acercamiento histórico a los ermitaños de San Agustín de Badajoz’ es el título del libro que ayer presentó el párroco de Santa María la Real (San Agustín), Manuel Ruiz. La presentación tuvo lugar en el templo -«qué mejor sitio, por lo que han vivido estas paredes y estas capillas»- y contó con la asistencia del arzobispo de Mérida- Badajoz, Celso Morga.
Manuel Ruiz, que es el párroco desde hace 7 años, se adentró en una búsqueda para conocer «la verdadera historia» de este templo y el convento. Por un lado, el libro sigue una línea histórica, desde 1251, cuando los ermitaños se expanden por Europa y a Badajoz llegan al primer convento agustino en Santa Engracia a finales del siglo XIII y en 1312 a Santa Marina. No podían entrar en las ciudades, hasta que en 1431 el papa Inocencio IV lo permitió y al año siguiente entraron en la iglesia de San Lorenzo, la actual Santa María la Real y se convirtieron en orden mendicante. Empieza en ese momento la historia del conventual. El relato abarca hasta 1841, cuando cierra el colegio de San Acacio. En este recorrido, menciona a todos los priores y frailes conventuales. Por otro lado, indaga en cómo era el templo y su evolución. Menciona personajes de la diócesos como el obispo Fray Agustín Antolínez o militares, como el marqués de Bay, así como escribamos y maestros de oficio, pues muchos querían tener sepultura en la parroquia. «Me he leído casi 500 testamentos», desvela. Otra información importante que contiene el libro, según su autor, es la aportación a la Evangelización de América y Oceanía de extremeños que pasaron por el colegio de San Acacio o la Casa Grande. Habla asimismo de los 20.000 maravedíes que Alfonso IX concedió para construir el convento eremita de Santa Engraciay el dato de que San Agustín fue la primera iglesia castrense de Badajoz, desde 1761 hasta 1801Este es su segundo libro de Manuel Ruiz. El primero versó sobre la Hermandad del Santo Entierro. Ha escrito además de numerosos artículos.
