Una vez más, las obras para instalar contenedores soterrados han sacado a la luz restos arqueológicos. Esta vez el hallazgo ha sido en Ronda del Pilar, en el tramo de la fachada del colegio General Navarro, donde ha aparecido parte de un muro que posiblemente pertenece a una canalización subterránea de aguas residuales de alguna vivienda, aunque habrá que esperar al informe arqueológico para asegurarlo con rotundidad. 

Estas obras comenzaron en mayo y en los primeros sondeos se detectó en la parte más cercana a Correos la existencia de esos restos, por lo que la Dirección General de Patrimonio de la Junta las paralizó e instó a realizar una excavación integral. La ubicación de los contenedores se desplazó varios metros para no ocupar la zona donde se hallaron los vestigios y los trabajos para instalarlos se retomaron este verano, aunque en lugar de los cinco previstos, se han colocado cuatro (dos para restos orgánicos, uno para papel y otro para envases).

Una vez terminada la instalación de los nuevos contenedores ha terminado, este lunes se comenzó a excavar en la parte donde se hallaron los restos (un zanja de 5,80 metros de ancho y 2,85 de largo). La primera capa de hormigón se retiró con una máquina y el resto se está realizando de forma manual.

La arqueóloga de la empresa Geryón Esther Sordo, responsable del seguimiento arqueológico, explicó que se ha hallado una estructura muraria y una atarjea, de piedra típica de la zona, «muy pizarrosa», pero que aún es pronto para datar la fecha de su construcción. No obstante, todo hace pensar que no son restos de gran valor histórico y se descarta que puedan pertenecer a una muralla o baluarte.

La arqueóloga prevé que los trabajos de excavación y documentación de los restos estén finalizados la próxima semana, tras lo que remitirá un informe a Patrimonio para que decida qué se hace con ellos. Los más probable es que, una vez datados, se conserven en este mismo lugar tapando de nuevo la zanja abierta en Ronda del Pilar.