Los camiones ya están trasladando el mobiliario a la nueva sede de Cajalmendralejo en el paseo de San Francisco de Badajoz. La obra de reforma del céntrico edificio está acabada, la mudanza en marcha y la previsión de la entidad es que el traslado sea efectivo antes de finales de este mismo año.

 Así lo avanzó ayer Julio Lledó, delegado de Negocio de Cajalmendralejo, quien destacó que la rehabilitación de este inmueble, que en su día fue el buque insignia de Caja Badajoz, evidencia el «compromiso» de la entidad con la capital pacense, en la que tendrá su sede económica, aunque mantendrá la institucional Almendralejo, localidad en la que se fundó.

El edificio, de 8 plantas, más bajo y sótanos, mantiene la distribución original, pero el interior se ha reformado íntegramente, para crear espacios más diáfanos, luminosos y modernos. Cajalmendralejo anunció la compra de la antigua central de Caja Badajoz en diciembre de 2018. El edificio estaba sin uso desde junio de ese mismo año, cuando Ibercaja cerró la oficina de la planta baja. Este era el único servicio que se mantenía en San Francisco, desde donde de manera paulatina se fueron trasladando al Edificio Badajoz Siglo XXI todos los demás.

El inmueble estaba en venta desde 2012 y, aunque hubo conversaciones con grupos hoteleros no llegó a materializarse ningún trato. En 2017 Ibercaja adquirió el 100% del edificio tras comprar por 2 millones de euros su parte (el 28%) a Fundación CB.

Casi un año después de firmar la compra, en noviembre de 2019, Cajalmendralejo inició las obras de reforma. Aunque la previsión inicial era inaugurarlo en 2020, la pandemia dio al traste con estos planes. Lledó reconoció ayer que la entidad ha preferido volcarse en otros proyectos prioritarios para afrontar las consecuencias económicas y sociales causadas por la crisis sanitaria, por lo que el traslado a la nueva sede se decidió posponer hasta que mejorase la situación.

La imagen exterior también ha experimentado algunos cambios con las obras de reforma. Las ventanas se han recrecido, se ha unificado su tamaño y se han alineado, además se ha sustituido toda la carpintería. El escudo exterior de Badajoz se ha pulido y las letras de la antigua Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la fachada se han reutilizado para formar el nombre de la nueva entidad.

En la planta baja se han abierto tres accesos, dos centrales que coinciden con la entrada principal y se han reformado y ampliado las escalinatas de acceso. En esta planta se ubicará la oficina principal de Cajalmendralejo, que ahora está en Ronda del Pilar. En el resto de plantas se repartirán los despachos, la sala de exposiciones, el salón de actos y otras dependencias. También se han mantenido las tres viviendas que había en el edificio.

La entidad nunca ha querido hacer pública la inversión en la compra y reforma del inmueble de San Francisco, que se presume cuantiosa. Lledó insistió ayer en que lo relevante no es el dinero, sino haber rehabilitado y volver a dar uso a un edificio «importante» de la ciudad.