De los seis naranjos plantados hace solo unas semanas en la calle Fernando Castón, una de las que conecta la avenida Santa Marina con la plaza de los Alféreces, cuatro han amanecido tumbados en el suelo y con parte de las raíces fuera del alcorque. Solo los dos de las esquinas, de menor envergadura que los anteriores, han quedado intactos.

Los vándalos han vuelto a hacer de las suyas en el centro de Badajoz y han derribado la madrugada de este sábado la hilera de árboles que se han sembrado en esta calle, que se ha remodelado dentro de las obras de la plataforma única de la plaza de los Alféreces, ya prácticamente finalizada.

"Ha sido a fuerza bruta, a empujones y patadas", comentaba un vecino, indignado por lo ocurrido. "¡Qué pena!, si esto no beneficia a nadie", lamentaba otra vecina, que mostraba su enfado por el destrozo. "Antes no había árboles, y le han dado a la calle sensación de vida, los hemos visto prosperar en poco tiempo", explicaba la mujer. "Espero que no le cojan el gusto y que no vuelva a pasar", confiaba.

Los vecinos afirman que esta calle es tranquila. Solo se escucha a veces el "escándalo" del algunos grupos de jóvenes que pasan de madrugada, aunque durante los trabajos de la plataforma única, de vez en cuando se escuchaba un estruendo de alguien que golpeaba una valla o los conos de señalización de la obra. "Pero no ha ido a más", aseguraban.

Aunque derribados y con parte de las raíces fuera, los naranjos -algunos incluso con fruto ya- se pueden volver a plantar. "Esperemos que se respeten, porque lo que ha pasado es una vergüenza", coincidían residentes y transeúntes.

Operarios del servicio de Parques y Jardines ya se han desplazado hasta el lugar y han vuelto a colocar los árboles en sus alcorques.

Los naranjos ya levantados y puestos de nuevo en sus alcorques.