«Había algo diferente que te pellizcaba, te guste o no el flamenco, y puso a la gente en pié continuamente. Ese concierto fue memorable», así definió este domingo el director del Teatro López de Ayala, Ángel Luis López, la actuación de Israel Fernández, junto con Diego del Morao, en el XIII Festival de Flamenco y Fado de Badajoz que, a su juicio, ha sido todo un éxito en la calidad de la programación y en la asistencia de público. Para él este fue el espectáculo clave, el punto álgido con flamenco puro, bulerías, fandangos y la gente muy animada. «Estábamos viendo a una especie de Camarón con 20 años, la gente estaba realmente emocionada», exclamó un director agradecido de que todo haya salido bien.
El festival comenzó el día 1 de julio en la terraza del teatro, al igual que el día siguiente, y del día 7 al 9 se trasladó al auditorio municipal Ricardo Carapeto. En total ha habido unos 3.500 espectadores, una muy buena cifra que se ha conseguido por el cártel y por el precio asequible de las entradas, entre 15 y 30 euros.
Los mejores fadistas portugueses y flamencos españoles han pasado por la capital pacense. Los dos primeros eventos se llenó la terraza. en el primero de ellos se presentaron dos mujeres: Lina, que homenajeó a Amália Rodrigues con una interpretación estupenda, y Ostalinda Suárez, la primera mujer flauta travesera gitana que estuvo muy bien acompañada por el bailaor pacense Jesús Ortega. En el segundo una eminencia de la música portuguesa, el flautista Rão Kyao, y el cantaor Miguel de Tena que recordó muchos jaleos y tangos extremeños e hizo un homenaje bastante grande a Badajoz y al Porrina.
Los otros tres días, según López, se ha mezclado lo mejor que hay. el jueves 7 se mostraron nuevas músicas con la percusión de João Caetano y la forma particular de cantar de Alba Molina. El viernes fue el día potente con Fábia Rebordão, el «futuro del fado» muy alejada de lo tradicional, e Israel Fernández y Diego del Morao, el momento culmen del festival con un cameo de la cantaora pacense La Kaita. Finalizó esta edición el sábado con el pianista Mário Laginha y la voz única de Camané que interpretaron fado en clave de jazz y soul, y Eva Yerbabuena que estuvo «magistral. Son de los típicos espectáculos que tienen marca España, lo mueves por medio mundo y es donde podemos chulear del flamenco», indicó el director.
Por los escenarios de este festival han pasado los más grandes. Badajoz y Extremadura es una tierra muy conocedora de flamenco, muy ortodoxa pero a la vez con ganas de mezclas y fusión. Y eso es lo que trata de hacer la organización, traer grandes figuras y artistas emergentes. López aseguró que el objetivo es mantener que acuda mucha gente y la calidad de los artistas para hacer del evento una referencia. Los artistas conocen la ciudad, sobre todo por el Porrina, y se muestran predispuestos a actuar en esta cita, la única que aúna flamenco y fado.
El propósito del teatro y del director ahora es hacer que crezca tanto en las propuestas como en el formato. De este modo, dejó caer que Badajoz siempre ha destilado flamenco en las calles y quieren que, si el público y los artistas pasean por la ciudad, sientan ese aroma.
