Será el Ayuntamiento de Badajoz el que se encargue de la modificación puntual del Plan General Municipal (PGM) para poder anexionar una zona verde a una parcela de uso educativo en Cerro Gordo y que la Consejería de Educación disponga del suelo suficiente para construir un instituto en esta barriada.

La directora general de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Junta de Extremadura, Eulalia Moreno, se reunió ayer con el concejal de Urbanismo, Carlos Urueña, para abordar la modificación necesaria para poder construir el instituto, pues en Cerro Gordo no hay una parcela de uso educativo de las dimensiones que ha solicitado Educación, de 16.000 metros cuadrados. Sí existe una de 11.000 metros, que es la que la Junta destinó a este futuro centro cuando definió el Proyecto de Interés Regional (PIR) de Cerro Gordo, y la solución que ha propuesto el ayuntamiento ha sido unir una zona verde anexa, con lo cual, entre las dos sumarían 15.800 metros cuadrados. En principio, la Consejería de Educación está dispuesta a «adaptarse», según ha trasladado a Urueña y ha confirmado a este diario.

El ayuntamiento propuso a la Junta que modificase el PIR para adecuar el uso de esta zona verde, pero no coincide con el criterio del Gobierno regional. Según la directora general de Urbanismo, en mayo de 2005 se publicó la aprobación del PIR de Cerro Gordo y la la aprobación definitiva del Plan General Municipal de Badajoz en 2007 asumió como Núcleo Urbano Secundario (NUS) esta urbanización. Por lo tanto, según la Junta, a partir de este momento, en cuanto a la gestión municipal, se trata como cualquiera de los núcleos secundarios que tiene la ciudad y por tanto la modificación del Plan General la debe realizar la administración local.

Para Urueña, lo importante no es qué administración se encarga de la modificación, sino dilucidar a quién corresponde y finalmente la hará el ayuntamiento, según concluyeron en la reunión de ayer. El concejal, sin embargo, incide en que con el PIR es más rápida (3 o 4 meses), mientras que la modificación de un Plan General, sobre todo de una zona verde, que es estructural, llevará un proceso que podría durar entre 10 y 12 meses. El problema, según el concejal, es que ninguna normativa recoge taxativamente cuándo un PIR ya es aceptado por el Plan General.

Lo primero que hará el ayuntamiento será enviar un escrito a Educación con cómo quedaría la parcela con la modificación y si la consejería le da el visto bueno, comenzará el proceso para que Educación, por su parte, pueda empezar a ver el proyecto.

Además, en el transcurso de la reunión se abordaron otros temas como la regularización de Campomanes, un núcleo con el que se lleva trabajando conjuntamente con el ayuntamiento desde el inicio de la legislatura. Según la Junta, la tramitación de esta modificación también es competencia municipal, aunque propuesta por los propietarios.