La Crónica de Badajoz

La Crónica de Badajoz

El primer arzobispo de Mérida-Badajoz falleció ayer a los 93 años

"Monseñor Antonio Montero será enterrado en Mérida para cumplir su deseo"

La capilla ardiente se instalará en la catedral de Badajoz esta tarde a partir de las 20.00 horas

Capilla del Sagrario de la concatedral de Santa María la Mayor de Mérida. La tumba se ubica en el suelo a los pies del altar. Rocío Entonado

En la catedral metropolitana de Badajoz han comenzado los preparativos para acoger esta tarde la capilla ardiente de monseñor Antonio Montero Moreno, el que fue primer arzobispo de Mérida-Badajoz, que falleció ayer viernes en Sevilla, donde vivía con sus hermanas desde su paso a emérito, en 2004. El funeral está previsto mañana sábado a las 12.00 horas en la catedral pacense y por la tarde será trasladado a Mérida, para darle sepultura en la Concatedral de Santa María la Mayor, cumpliendo así el deseo expreso del arzobispo emérito, según ha explicado a este diario el párroco de Santa María, Antonio Becerra.

Monseñor Antonio Montero quería ser enterrado en Mérida "porque él rescató la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz y fue el primer arzobispo", explica. La tumba se ha preparado en el lugar que él mismo eligió, en el suelo, a los pies del altar de la Capilla del Sagrario, donde se adecuó hace más de tres años, según ha confirmado el párroco. También está ya encargada la lápida y en la concatedral están a la espera de que lleguen los albañiles para abrir el hueco ya reservado. "Sé que este era su deseo y debíamos tenerlo preparado porque en Mérida no se puede hacer una excavación de cualquier manera", detalla afable Antonio Becerra.

"Nosotros hemos recibido esa decisión de don Antonio con mucha alegría, don Antonio ha tenido siempre un cariño especial por Mérida, por haber sido el primer arzobispo ha querido ser enterrado aquí", destaca el párroco. "Que haya querido enterrarse aquí nos ha agradado tanto al clero, como al fieles y a los emeritenses en general, porque demuestra el cariño que siempre ha tenido por Mérida", insiste, al tiempo que señala que lo que se está cumpliendo es su voluntad: "que el funeral fuera en Badajoz y aquí en Mérida la sepultura".

Monseñor Antonio Montero. S. GARCÍA

DE GRANADA / Antonio Montero nació en Churriana de la Vega (Granada) y en 1980 fue nombrado obispo de Badajoz. Entre su labor pastoral al frente de la diócesis de Badajoz destaca la celebración del Sínodo Pacense de 1992, precedido de un trienio de movilización de toda la comunidad diocesana, y que se actualizó en 2002 con la celebración de una Asamblea Diocesana.

Fue el primer arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, después de que en 1994 el papa Juan Pablo II crease la nueva provincia eclesiástica que comprende las tres diócesis extremeñas a través de la bula Universae Ecclesia Sustinentes. Desde entonces su labor más destacada fue la coordinación de la Iglesia en Extremadura en todos los ámbitos de la vida pastoral y el impulso de las relaciones institucionales con las autoridades autonómicas en diversos campos de colaboración, según ha expresado el arzobispado.

Además, puso en marcha la doble capitalidad, dándole categoría de concatedral a la parroquia de Santa María de Mérida, y creando una sección del Cabildo en la Concatedral emeritense.

Durante sus años al frente de la diócesis se crearon 12 nuevas parroquias y se adecuaron nuevos edificios para acoger los servicios diocesanos, entre ellos la nueva sede arzobispal en la calle Obispo San Juan de Ribera, y en la calle Martín Cansado.

Antonio Montero fue sustituido por Santiago García Aracil en julio de 2004, y desde su paso a emérito residía con su familia en Sevilla, ciudad donde ha fallecido.

También destacan su nombramiento académico en la Real Academia de Extremadura de las Letras y Artes (tomó posesión en 2006) y la Medalla de Oro de Extremadura en 2001.

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