La Crónica de Badajoz

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Los paros indefinidos comenzarán el día 17 y se desarrollarán en horario nocturno

El conflicto en Tubasa continua atascado a las puertas de la feria de Badajoz

No hay acercamiento entre la empresa y los trabajadores y la huelga sigue adelante

Uno de los autobuses de la concesionaria de transportes urbanos Tubasa Andres Rodríguez

Las negociaciones entre Tubasa y los trabajadores están en punto muerto. Sin embargo, la esperanza de que se produzca un acercamiento que ponga fin a la huelga en los días previos al comienzo de la feria de San Juan, el próximo viernes, sigue viva. La «paz social» que ha reinado en la empresa de transportes urbanos durante tantos años se ha visto enturbiada y el trasfondo de ello ha sido la pérdida de poder adquisitivo de sus empleados, al igual que todas las personas, por el brusco incremento de los precios de los productos y de los combustibles. Los conductores han alcanzado su punto crítico y la festividad del patrón de Badajoz es el escenario que han escogido para que atiendan a sus demandas en relación con el aumento de los emolumentos.

«Creo que es una cosa sensata, no estamos pidiendo algo desorbitada», volvió a incidir este lunes el presidente del comité de empresa, Antonio Villalba, días después del acto de mediación y conciliación. El preacuerdo que tenían con la concesionaria es a lo que se ciñen para desbloquear la paralización indefinida que comenzará el día 17 y se producirá de 21.00 a 07.00 horas hasta que haya una solución. El citado preacuerdo contemplaba, según explicó el representante, una subida salarial del 2% y una cláusula de revisión sobre el Índice de Precios de Consumo (IPC) a final de año. Precisamente, Villalba matizó las declaraciones de la semana pasada del concejal de Transportes, Jesús Coslado, e informó de que esta revisión no consiste en sumar ambos porcentajes porque el resultado sobrepasaría al del IPC, un aumento que los trabajadores si que entienden que es «inasumible y una forma de echarnos a la gente encima». Aún con eso, el ayuntamiento no acepta pagar a la empresa un crecimiento que supere el 2% que se les ha otorgado a los funcionarios y si se hiciera cargo la sociedad asegura que se arruinaría.

Los conductores tampoco están de acuerdo con que se les comparen con los funcionarios porque no tienen la misma jornada laboral ni «muchas calidades» de ellos, por este motivo reiteran que sus peticiones «entran dentro de lo razonable».

Por parte de Tubasa, el gerente, Julián Pocostales, también confía en que llegue una solución antes de la feria pero confirmó que hasta el momento no se han producido movimientos.

El otro asunto que está pendiente de arreglarse en estos días son los servicios mínimos para cubrir las horas en las que se desarrollarán los paros, en caso de que finalmente se realicen, puesto que son las de mayor actividad y desplazamientos tanto hacia el recinto ferial como desde él a la ciudad. En este sentido, los empleados no saben cómo se van a establecer, mientras que la concesionaria está a la espera de lo que fije el ayuntamiento. «Cuanto antes me lo remitan antes me podré poner a trabajar sobre ello», manifestó Pocostales.

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