Once años de cárcel. Es la condena que solicita la fiscalía para dos hombres acusados de tirotear a otro en Los Colorines, motivo por el que, entre otras lesiones, perdió un ojo. El ministerio público pide 10 años de prisión por un delito de tentativa de homicidio y un año más para cada uno de ellos por tenencia ilícita de armas. Por este último delito también están procesados otros dos varones, para los que el fiscal propone una pena de 1 años y 9 meses de cárcel. Además, reclama una indemnización conjunta para la víctima de 138.300 euros.

Los hechos, que se juzgarán en la Audiencia Provincial de Badajoz, se remontan al 13 de septiembre de 2020. Según el escrito de la fiscalía, uno de los inculpados, cuñado del varón tiroteado, discutió con su mujer, a la que propinó una bofetada, tras lo que esta huyó de su casa y se refugió en la de su hermano. Fue entonces cuando el marido, junto a los otros tres procesados, «de común acuerdo» y portando todos armas (los principales acusados largas y los otros dos cortas), se dirigieron al domicilio del perjudicado, en la plaza Toto Estirado, «con ánimo de acabar con la vida» . 

En ese momento, el varón se encontraba asomado a la ventana de su casa y al «grito conjunto de ¡matadlo!, tiradle!, uno de los principales acusados realizó el primer disparo, que le alcanzó en la cara y el ojo. Posteriormente, disparó el otro procesado, que le dio en la parte lateral izquierda de la cabeza, tras lo que el herido cayó al suelo de inmediato.

A consecuencia de los disparos, la víctima, que tenía 34 años cuando sucedieron los hechos, sufrió estallido ocular traumático del ojo izquierdo y más de 30 perdigones se le quedaron incrustados en la región facial. El hombre permaneció ingresado en el hospital cinco días y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia para vaciarle el ojo, por las graves lesiones sufridas en el globo ocular. Además, según el ministerio público, la víctima padece, como secuela del tiroteo, trastorno neurótico de carácter grave.

Tras el suceso, la Policía Nacional detuvo a uno de los acusados como presunto autor de los disparos e imputó al otro, a quien no se localizó y arrestó hasta febrero de 2021. No fueron recuperadas las armas presuntamente utilizadas por ninguno de los cuatro inculpados en esta causa, cuyo juicio está aún pendiente de fecha.