El conflicto que mantiene el Ayuntamiento de Badajoz con la Policía Local por el impago de los servicios extraordinarios (les adeuda más de 55.000 euros) sigue sin solución. El alcalde, Ignacio Gragera, promete que se van a pagar «todos y cada uno de ellos», pero Aspolobba, sindicato mayoritario en el cuerpo, quiere hechos y no palabras. «No vamos a hacer servicios extraordinarios (que son de carácter voluntario) hasta que cobremos, porque es la misma cantinela de siempre», advierte su presidente, Manuel Manzano.

Aspolobba tensa la cuerda porque hay promesa de pago, pero no fecha. Ya se han suspendido citas como el Triatlón de Puerta Palmas y la Copa de España de Ciclismo Adaptado, y a la vuelta de la esquina están Los Palomos (4 de junio) y la Feria de San Juan, a finales de ese mes, que sin refuerzo policial estarían en jaque. Gragera pone su palabra como garantía y asegura que los trámites ya están en marcha, pero reconoce que los procesos tienen sus plazos administrativos y no se los va a saltar, aunque sí se tratará de agilizarlos lo máximo posible. «En cuanto esté todo listo se van a liberar los pagos. Eso lo garantizo yo», insistió.

De momento, en la Concejalía de Recursos Humanos ya están los listados con los servicios extraordinarios y se ha determinado la cantidad necesaria para saldar la deuda y cubrir el resto de horas extras de todo este año: 138.000. Para disponer de este crédito es necesaria una modificación presupuestaria, que se llevará al pleno ordinario de mayo (se sacará de partidas incluidas en el presupuesto municipal que no esta previsto ejecutar). Además, el alcalde firmará este viernes las autorizaciones para los servicios extraordinarios de los próximos días y la semana que viene, las de los que restan de 2022. En total había 892 previstos este año.

«El ayuntamiento está haciendo su parte», defendió Gragera, quien apeló «a la buena voluntad» de los agentes para que retomen los servicios extraordinarios sabiendo que ya hay solución al problema. En este sentido, el alcalde confió en llegar a un entendimiento y que no solo las próximas fiestas, como Los Palomos y San Juan, se puedan desarrollar con el dispositivo policial habitual, sino todos los actos que lo requieran hasta diciembre. La última reunión que mantuvieron las partes fue este miércoles por la tarde. Duró dos horas y media y ese acuerdo no se alcanzó. No obstante, están previstos más encuentros en los próximos días para proseguir con las conversaciones. 

Si el alcalde se muestra optimista con que este conflicto se zanje en breve, Aspolobba no lo tiene tan claro. «No vamos a hacer excepciones», recalcó su presidente, quien reconoció que los policías locales no se fían, porque no es la primera vez que se compromete una solución y no llega. 

Manzano recordó que los agentes llevan sin cobrar las horas extras desde septiembre de 2021, incluso después de que algunos hayan trabajado más festivos de los que les correspondían para no quedar a cuadros el servicio en días como Nochebuena, Nochevieja o la Cabalgata de Reyes, debido a las bajas por covid en la plantilla. «Estamos cansados», aseguró el presidente de Aspolobba.

En el acuerdo por el que se creó la bolsa de servicios extraordinarios, aprobado en pleno en 2019, se recoge que estas horas extras se abonarán en un máximo de 3 meses tras ser justificadas. Ese plazo no se ha cumplido en la mayoría de los casos, pero nunca los pagos se habían demorado tanto tiempo como ahora: 8 meses hasta la fecha. Gragera explicó que este retraso se debe a la demora de algunos informes y liberaciones de fondos, pero para Aspolobba responde «a una imprevisión del ayuntamiento» que no están dispuestos a seguir soportando.

Por su parte, el sindicato USO, único que no firmó este acuerdo, recordó que no lo hizo porque ya advirtió en aquel momento «de las deficiencias y trampas que escondía el mismo». Además, a través de un comunicado, acusó al ayuntamiento de «no contar toda la verdad» sobre el conflicto de la Policía Local y achacó a una «supuesta demanda judicial de un responsable de la jefatura» para reclamar las horas extra realizadas en los últimos años que no se estén nombrando servicios extraordinarios, pese a que antes, aún debiéndose dinero a los agentes, sí se designaban. Aspolobba, por su parte, negó cualquier vinculación de sus reivindicaciones con otra circunstancia que no sea que «cuando se pide y se realiza un trabajo, hay que pagarlo». H