Mabel Lozano ofrecerá la semana que viene un total de seis charlas en diferentes puntos de la región para concienciar sobre la trata de mujeres, tema principal que la cineasta aborda en sus documentales. 

El 15 de marzo por la mañana visitará el instituto Alba Plata de Fuente de Cantos; ese mismo día por la tarde irá al instituto Suárez de Figueroa de Zafra; el miércoles por la mañana 16 estará en el OAR de Badajoz y por la tarde, en la sala Romana del Museo Etnográfico de Villafranca de los Barros; el jueves 17 le tocará el turno a la casa de la cultura de Casar de Cáceres, y el viernes 18 volverá a Badajoz, concretamente a la Rucab, para cerrar un ciclo organizado por la Fundación CB.

Su director, Emilio Jiménez, aprovechó la presentación de esta actividad llevada a cabo ayer con la celebración del Día Internacional de la Mujer para destacar la importancia de seguir reivindicando la igualdad entre ambos géneros, esta vez desde una herramienta, el cine, que, según apunta la propia Lozano, utiliza para transformar la sociedad. Ella tampoco quiso pasar por alto esta coincidencia, asegurando que en el 8M es ineludible hablar de trata de mujeres y de prostitución, las cuales, según manifiesta la directora, están «hermanadas».

Se proyectarán tres de sus mejores documentales a los que le seguirá un coloquio con su autora: ‘Chicas nuevas 24 horas’, donde las protagonistas son víctimas que ni siquiera alcanzan la mayoría de edad; ‘El proxeneta’, que le da voz al victimario para descubrir qué hay detrás de este negocio; y ‘Biografía del cadáver de una mujer’, ganador de un Goya en 2021 por contar la historia de una testigo protegida asesinada por el propio proxeneta que la trajo a España para explotarla.

Objetivos

Aunque las charlas se llevarán a cabo en diferentes puntos para diferentes públicos, por encima de todos destacan los institutos y sus alumnos. La intención de Lozano es, según explicó ayer por videoconferencia, «crear un pensamiento crítico en los chavales, informarles de la realidad que en muchos casos no conocen, porque ellos viven en su círculo de confort y no saben que detrás de esas luces de neón, que vemos, normalizamos y legitimamos porque están ahí de toda la vida, hay mujeres en situación si esclavitud extrema».

La forma en la que esta reivindicativa cineasta va a intentar lograr su propósito le conduce al segundo objetivo: «Hablar con las mujeres y de que mientras exista la prostitución, la pornografía y la explotación sexual, es difícil hablar de igualdad».