En 2017, la Fundación Atabal recibió de manos del Grupo Ruiz un autobús para atender a los niños que viven en las calles de Sierra Leona, concretamente en las de su capital, Freetown, debido a que el ébola segó la vida de sus padres o porque sufren abusos en sus propias casas.

Antes de contar con este vehículo, los trabajadores sociales de la oenegé iban recorriendo la ciudad en moto comprobando, simplemente, que los pequeños a los que normalmente atendían seguían viviendo a la intemperie y no habían desaparecido fruto de las mafias existentes en la zona; en caso de necesitar más ayuda, los derivaban al centro de Don Bosco Fambul. El autobús vino a suplir precisamente esa complicada forma de hacer seguimiento, trasladando a los niños comida, medicamentos y asistencia sanitaria allí donde se encontrasen.

Desde entonces, la atención ha mejorado mucho, pero el gran tamaño del vehículo le impide llegar a determinadas zonas marginales donde también viven chicos en riesgo de exclusión. Por ese motivo, el Grupo Ruiz ha decidido entregarles un microbús con el objetivo de que la oenegé pueda recorrer todos los recovecos de la capital sierraleonesa y, de esa forma, atender a más niños.

Así lo explicó ayer la presidenta de la organización, Peligros Folgado, en el acto simbólico organizado en el Hotel Río donde explicó cómo les ayudan a cambiar su situación: «Con los más pequeños, que han salido hace poco de sus hogares, se intenta una reubicación con la familia más cercana, con la extensiva, en caso de haber sufrido maltrato por parte de la primera, o con una de acogida. Con los mayores, que llevan más tiempo viviendo en la calle, esa reubicación es más difícil, por lo que se les ofrecen itinerarios de formación reglada y no reglada».

La actuación con las chicas es similar, aunque el hecho de que todas se dediquen a la prostitución por ser la única forma que tienen de lograr recursos económicos complica todo un poco más, ya que muchas acaban con bebés a su cargo. Aún así, desde que empezó este proyecto hace cinco años, son ya 500 las niñas que han logrado salir de la calle gracias a la acción de Fundación Atabal.

Julián Pocostales, gerente del Grupo Ruiz, fue el encargado de hacer efectiva la entrega de esta segunda unidad móvil así como del 1% de la recaudación anual de Minits, el servicio de alquiler de coches eléctricos por minutos. También anunció que continuarán colaborando con la fundación para darle continuidad a su acción solidaria. «Siempre estamos buscando nuevos proyectos para mantener el personal que está en el autobús, la comida que se lleva, los medicamentos que se facilitan, los itinerarios… Así que a nosotros esto nos da una cierta seguridad de que hay cosas que van a seguir adelante», manifestó la presidenta.