Que los niños vayan a su colegio y al instituto caminando o en bici y así puedan observar su entorno a lo largo del recorrido, que ahora solo ven desde la ventanilla del coche de sus padres y reducir al mismo tiempo el uso de los vehículos a motor. Estos son los objetivos del programa de caminos escolares seguros que en otras ciudades lleva años en marcha (empezó en Madrid) y que Badajoz va a comenzar en cuatro colegios, que serán los pioneros, con la idea de extenderlo a los centros educativos que quieran sumarse en la ciudad y sus pedanías.

Los denominados caminos escolares son itinerarios seguros que pueden seguir los niños, solos o en grupo, en su trayecto de ida y vuelta al centro educativo, de manera que les permiten recorrerlos de forma más autónoma.

Los cuatro primeros son el de Las Vaguadas (490 alumnos), De Gabriel de Gévora (222 niños), el Antonio Jiménez Llerena de Villafranco (149) y el Gabriel López Tortosa, de Valdebótoa (120). Según anunció ayer la concejala de Colegios, Lara Montero de Espinosa, pretenden que las actuaciones necesarias estén listas este verano para que estos itinerarios sean una realidad en septiembre, al inicio del nuevo curso. En una primera fase se pondrán en contacto con los equipos directivos y el resto de la comunidad educativa para estudiar las necesidades de movilidad en cada zona. Además, se realizarán encuestas para analizar el comportamiento de la movilidad del alumnado y las posibles actuaciones desde los servicios municipales en el entorno. En el colegio Virgen de Guadalupe ya se adoptaron algunas medidas en este mismo sentido.

Se trata de una iniciativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), que se sumó al programa europeo Stars relacionado con los objetivos de desarrollo sostenible. Para su puesta en marcha, el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, firmó ayer la adhesión del ayuntamiento junto al jefe provincial de Tráfico, Pedro Ignacio Martínez. Su desarrollo involucrará a varios servicios municipales, desde Colegios a Policía Local, Protección Civil, Infancia y Juventud y Vías y Obras. Montero de Espinosa explicó que el ayuntamiento se enganchó a este proyecto al inicio de esta legislatura. Pero la pandemia truncó los inicios de una iniciativa que requiere trabajar con los distintos agentes de la comunidad educativa dentro de los centros. Una vez que la situación sanitaria ha mejorado, se ha retomado.

La concejala apuntó que con este programa se pretende, sobre todo, que haya más niños que acudan a sus centros educativos caminando o en bicicleta y, de este modo, también se reduce el tráfico en las horas puntas y mejora la seguridad de los alumnos. Montero de Espinosa destacó que es «un proyecto de ciudad» pues aunque está coordinado por DGT y el ayuntamiento, involucrará directamente a toda la comunidad educativa, desde los equipos directivos, profesores, padres, personal administrativo, alumnado y los sectores cercanos del barrio. El proyecto está dirigido a niños y adolescentes a partir de 6 u 8 años hasta Bachillerato y se adaptará a las características de cada colegio y cada ciclo educativo. El jefe provincial de Tráfico destacó que entre los objetivos más importantes de esta iniciativa está procurar un cambio en la forma de desplazarse al colegio y desarrollar valores en los niños como la autonomía, la autoconfianza, la seguridad, el civismo y respeto por la ciudad, además del hecho de que caminar tiene efectos colaterales saludables desde el punto de vista físico y psicológico. También aludió a la importancia de la implicación de la comunidad educativa y de los padres. «Esperamos que esto funcione, porque será un cambio decisivo en la ciudad, para hacerla más humana», señaló.