Advirtieron de que no iban a quedarse de brazos cruzados y ya han empezado a trabajar en el calendario de movilizaciones con las que quieren que la Junta de Extremadura escuche alto y claro su reivindicación. La Asociación de Vecinos de Cerro Gordo ha comenzado a perfilar las acciones de protesta que llevará a cabo en los próximos meses para reclamar a la Consejería de Educación que construya un instituto en esta barriada de Badajoz.

Un grupo de residentes mantuvo ayer la primera reunión y su objetivo es que cada vez sean más los que se impliquen en esta ‘cruzada’ para reclamar una dotación que creen «de justicia». El presidente vecinal, Antonio Osorio, explicó que para hacer partícipe de esta demanda y recabar el apoyo del conjunto del barrio se llevarán a cabo actividades dirigidas a niños y familias en la propia barriada, que serán lúdicas, pero todas con carácter «reivindicativo». 

También se han planteado la recogida de firmas e, incluso, la posibilidad de pedir a los padres que los alumnos del nuevo colegio no acudiesen un día al centro en señal de protesta. El colofón a estas acciones será una «gran marcha», prevista para el primer fin de semana de junio, desde Cerro Gordo hasta la sede de la Delegación Provincial de Educación, en la avenida de Europa, como ya hicieron para exigir la construcción del colegio de Infantil y Primaria.

«Este recurso no se pide por capricho, sino por necesidad», recalcan los vecinos, quienes señalan que solo hace falta consultar el padrón municipal para saber que su demanda trata de responder a una realidad: la población de 0 a 16 años en Cerro Gordo supera las 1.600 personas. «Hay muchas poblaciones con menos habitantes tiene un instituto», compara Osorio. 

También recuerdan los residentes que fue la propia Delegación Provincial de Educación la que supeditó la planificación de un centro de Secundaria a la demanda del nuevo colegio. Eso fue antes de que estuviera acabada la obra y en su primer curso hay matriculados casi 600 alumnos. Asimismo, vuelven a alertar de la «saturación» que van a soportar los dos institutos de San Roque, los más próximos al barrio, en unos años, cuando además de a los alumnos de esta misma barriada deban absorber a los de Cerro Gordo, La Pilara, Golf Guadiana y Suerte de Saavedra.

Jesús Medina, vecino del barrio, tiene una hija de 6 años matriculada en el colegio de Cerro Gordo. «Queremos que se empiece a planificar y se tenga en mente la puesta en marcha del instituto, para que precisamente no pase como con el colegio, que tardó muchos años», recordó. En su caso, el cambio de tener a su hija en un centro fuera del barrio a que acuda a clase en su entorno ha sido «muy positivo». «Ella hace vida aquí, comunidad aquí, va al parque y está con todos sus compañeros y, sobre todo, puede participar en las actividades extraescolares por las tardes, que antes era muy complicado por el desplazamiento», enumeró. «Ahora está totalmente integrada no solo en el centro escolar, sino a nivel social», puso en valor este vecino, quien defendió que, de la misma forma, el instituto contribuirá a «hacer barrio».

En la misma línea se pronunció Manuel Roca, padre de un niño de cuatro años y residente en la barriada desde hace uno, quien consideró que el instituto favorecerá que los más jóvenes se integren en el barrio y las familias se asienten de una manera más definitiva en Cerro Gordo.

Tamara Merino vive en la barriada desde hace casi una década y tiene dos hijos de 8 y 4 años. Cuando escolarizó a su hija, le correspondió un colegio que no eligió, en el que ha estado matriculada hasta la apertura del de Cerro Gordo. No quiere que le pase lo mismo con el instituto, pero ve difícil que lo pueda estrenar. «A lo mejor mi hijo sí, pero entonces, ¿los matriculo en dos institutos diferentes? Son cuatro viajes diarios para traerlos y llevarlos a un centro fuera del barrio, es agotador y es muy difícil conciliar», asegura.  

El presidente vecinal señaló que continuarán con las movilizaciones hasta que la Junta adquiera un compromiso «firme» sobre el instituto. En este sentido, pidió que se inicien los trámites para solicitar la cesión de la parcela al Ayuntamiento de Badajoz, que ya ha mostrado su disposición a facilitarla, para ir avanzando en el proyecto, «porque el colegio tardó seis años y sabemos que va para largo», reconoce.

Por su parte, la Consejería de Educación, preguntada por este diario sobre la demanda de los vecinos de Cerro Gordo, contestó que en estos momentos está realizando un análisis «exhaustivo» de la escolarización y la oferta de plazas de la ciudad de Badajoz. Si con ese estudio, «con proyección a futuro», se constata que existe «necesidad y es viable» la inclusión de este instituto para Badajoz, «se podría tener en cuenta en la confección de un nuevo Plan de Infraestructuras Educativas», apuntó.

Para poder elaborar este plan, según explicó, la Junta está también llevando a cabo gestiones para garantizar que la Consejería de Educación y Empleo contará con fondos de la Unión Europea, como los que están sustentando el 80% de las intervenciones contempladas en aprobado en 2016.

Con respecto al plan en vigor, al que, según recordó, se dio luz verde con la mayoría de la Asamblea de Extremadura, tras consensuarlo antes con los grupos parlamentarios, Educación señaló que los todos fondos para las obras nominales ya están «o ejecutadas o comprometidas» para acometerse, por lo que no se podría incluir el instituto de Cerro Gordo.