se hacen cargo de la mitad del coste de su compra

Las familias en lista de espera del Economato Social Ciudad de Badajoz superan a las 100 atendidas

Los daños colaterales de la pandemia han generado un incremento de las solicitudes, que son diarias. Este año intentarán hacer un «esfuerzo» económico para tratar de aumentar el número de beneficiarios

Varias personas salen del economato social tras recoger sus cestas de Navidad.

Varias personas salen del economato social tras recoger sus cestas de Navidad. / ANTONIO HERNANDEZ CANTERO

Las familias atendidas por el Economato Social Ciudad de Badajoz superan a las 100 que están atendiendo. «Siempre intentamos llegar al centenar y siempre nos quedamos en un porcentaje muy pequeño de las necesidades. Tenemos la sensación de que no llegamos y de que no es suficiente», lamenta su responsable, Mercedes Arias. Y es que, a pesar de que dentro de poco se cumplirán dos años desde que el coronavirus apareció en nuestras vidas para trastocarlas en mayor o en menor medida, muchos todavía no se han recuperado de los daños colaterales que ha generado la pandemia.

«Algunas no se han visto nunca en esta situación», cuenta Arias. Para ellas fue, precisamente, para las que estaba orientado el economato en un principio, gente que no sabe a dónde ir ni cuáles son los mecanismos de los que pueden obtener ayuda. «Cuando se montó, lo pensé para atender a gente con pobreza moderada, transitoria o accidental, pero en la práctica venían a nosotros perfiles de todo tipo». Ahora, después de ocho años, es cuando les están llegando personas «que tienen algo, pero no lo suficiente»: «Están perdidas. Acuden a diferentes entidades como Cáritas pero no les pueden ayudar porque están percibiendo algún ingreso, aunque sea escaso, así que se quedan en tierra de nadie».

Pero el perfil no es lo único que ha cambiado: «Yo enfatizaría ya no el número de familias que nos piden entrar, que también es más, sino la desesperación con la que lo hacen. Se puede hablar de solicitudes diarias, es muy fuerte». Aunque no las pueden atender hasta meses después, momento en el que les piden toda la documentación necesaria, ya de antemano conocen sus circunstancias, y Arias destaca que la pérdida de empleo a consecuencia de la pandemia es bastante frecuente. «Incluso hay algunas de cinco miembros, por ejemplo, donde sigue trabajando el padre o la madre, pero, al hacerlo solamente uno, no les da para llevar un nivel de vida mejor», añade.

Actualmente están abriendo dos días a la semana en los que los beneficiarios pueden acudir a comprar productos a la mitad de su coste, aunque es probable que próximamente habiliten un tercero debido a los casos de covid que asolan la capital pacense y que han provocado reducciones de aforos.

Aumentar las familias

Lo que también tienen previsto aumentar es el número de familias intentando no restringir los recursos destinados al resto. «Vamos a hacer un esfuerzo tremendo porque es una situación muy fastidiada. No es justo incrementar las familias a costa de desproteger en cierta medida a las que ya están asistiendo, pero tampoco lo es el hecho de que tengamos a más personas en lista de espera que atendidas, así que estamos haciendo todo lo posible para poder subir esa cifra».

Al aparcamiento en superficie que gestionan a través de su centro especial de empleo se le unen el resto de actividades que llevan a cabo y cuyos beneficios son destinados enteramente a la compra de alimentos, «lo que conduce al aumento de los beneficiarios sin tener que reducir esos recursos, que sería lo ideal». Este mes, por ejemplo, podrán entrar a una familia más gracias al puesto que normalmente suelen colocar en el mercado navideño del paseo de San Francisco.

Arias asegura estar contenta con el apoyo de las Administraciones públicas a nivel regional, provincial y local, pero manifiesta que le gustaría recibir algo más de ayuda por su parte, aunque es consciente, eso sí, de que el panorama seguirá siendo malo: «Siempre ha habido un montón de gente con dificultades. Lo deseable sería que pudieran entrar más, pero es verdad que eso siempre va a pasar».