Badajoz vivió ayer un acontecimiento histórico que ni el sol, que por momentos ahuyentó una llovizna que apenas cayó durante unos pocos minutos, quiso perderse. La campana de Espantaperros volvió a sonar 143 años después de que el ayuntamiento pacense decidiese romperla en añicos para refundirla. Este último paso finalmente no se dio, y se quedó destrozada, concretamente, en 45 trozos a partir de los cuales Campanas Rivera ha tenido que construir la réplica de la misma forma en la que se hizo en el siglo XVI.

En el camino, los maestros fundidores de Montehermoso han dejado muchas horas de esfuerzo, pero también han recogido una enorme satisfacción por hacer esta «joya» en su tierra, Extremadura. «Ha sido un trabajo arduo pero bonito, hemos disfrutado mucho», manifestó Gabriel Rivera ayer en el acto de colocación de la campana que se llevó a cabo por la mañana en los jardines de La Galera. Además, reveló que la fecha en la que se creó la original no es 1517, como se creía, sino 1567.

La grúa traslada la campana a la espadaña de la torre de Espantaperros. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

En ese sentido, el alcalde, Ignacio Gragera, emplazó al público a celebrar en 2067 el quinto centenario de una «seña de identidad de la ciudad que nos hace sentirnos orgullosos de quiénes somos y de dónde venimos». El concejal de Turismo y Patrimonio Histórico, Jaime Mejías, empleó los mismos términos para describir lo que significa este hito para Badajoz: «Hoy recuperamos un signo de identidad y de orgullo para los pacenses que durante más de tres siglos fue testigo de excepción de muchísimos hechos históricos».

Más de 900 mecenas

La campana ha sido financiada por más de 900 mecenas que podrán leer su nombre en una placa colocada junto a la puerta por la que se sube a lo más alto de la torre. Los que aportaron más de 500 euros, considerados VIP, recibieron como agradecimiento una pequeña figura. El presidente de la Asociación Amigos de Badajoz, Manuel Cienfuegos, consiguió vencer su emoción para agradecer el esfuerzo realizado por todos ellos: «Fuimos conscientes de que esta campana llegaba en un momento económico muy malo, pero tuvisteis visión de futuro, apostasteis por la ciudad».

Una de las mecenas VIP recibe su pequeña réplica de la campana. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La original ha vuelto a los almacenes del Museo Arqueológico de Badajoz donde llevaba años guardada, pero es probable que pronto vuelva a salir a la luz, ya que el alcalde anunció que solicitarán poder exponerla en el Museo de la Ciudad Luis de Morales.

La campana funcionará como lo hacía antaño. «Esto se ha estudiado, aquí no estamos metiendo cosas por meter, porque podríamos hacer virguerías, pero no es tradición», aclaró Rivera. Dará las horas desde las ocho de la mañana a las dos de la tarde; hará un inciso y luego volverá a hacerlo desde las seis hasta medianoche. De forma especial, sonará seis veces seguidas antes de las doce del mediodía. Los tres tonos restantes con los que cuenta son la alarma social, para avisar a los ciudadanos de posibles catástrofes o peligros, el repique, para las fiestas civiles, y los difuntos.

El maestro campanero asegura que los días en los que el viento vaya hacia el suroeste, podrá escucharse hasta en Olivenza, pero que sus habitantes no se asusten: lo que retumbará en su localidad serán los ecos de la historia pacense.