Los dos forenses que declararon ayer en el juicio de ‘la manada’ de Badajoz no pudieron confirmar con certeza que la supuesta víctima fuese agredida por los tres acusados a los que se les pide 40 años y ocho meses de cárcel.

El lunes, la joven dijo por videoconferencia que dos de ellos la agarraron a la fuerza para obligarla a realizar actos sexuales en contra de su voluntad. Ayer, sin embargo, tanto los forenses como el ginecólogo que la atendieron afirmaron que no encontraron lesiones en brazos y muñecas y que las que presentaba en el cuello no eran compatibles con lo que ella explicó el primer día de juicio. Así lo manifiesta a este diario uno de los abogados de la defensa, ya que el proceso se está celebrando a puerta cerrada.

Anteayer reconoció que, poco antes de marcharse con los ahora acusados, se peleó en la discoteca con otra chica, lo cual provocó que la echasen del local, hechos ratificados ayer por el portero y uno de los camareros, que declararon como testigos. En ese sentido, los forenses tampoco pudieron determinar si las lesiones que presentaba la supuesta víctima respondían a la agresión sexual o a la pelea que tuvo antes.

Según el letrado, estos dos profesionales y el ginecólogo manifestaron que la joven les contó en su día que los chicos no llegaron a hacerle nada sexual. En las actuaciones, además, consta que, mes y medio después de que todo ocurriese, le reiteró al psiquiatra que la trató que todo fue un intento de agresión sin éxito.

El juicio debería haber terminado ayer, pero finalmente lo hará el próximo jueves 4 de noviembre con la declaración de varios testigos que ayer no estuvieron presentes: la policía local que habló con ella en el lugar de los hechos, el agente que encontró el preservativo y el que le tomó declaración en comisaría. La defensa considera «primordial» que se expresen respecto a las cuestiones de las que tienen conocimiento a fin de elaborar el informe final.