La intención de la Concejalía de Cultura es que las Escuelas Municipales de Música de Badajoz puedan empezar las clases lo antes posible, en noviembre, y sea de manera presencial, como piden los padres y los profesores, que han denunciado a través de un comunicado y recogida de firmas que el curso comenzase de forma virtual. La concejala del área, Paloma Morcillo, aseguró ayer a este diario que están trabajando para que esta enseñanza vuelva a ser presencial «lo antes posible», así como avanzó que este curso solo podrá haber tres sedes en lugar de cuatro: en el colegio Enrique Segura Covarsí, de la Soledad (San Roque) y Luis de Morales. El Juan Vázquez, en la Margen Derecha, de momento no es posible, pero se mantendrá el número de plazas del curso anterior, que absorberán los otros tres centros.

Según recoge la web del ayuntamiento en el apartado de las escuelas de música, «las clases comenzarán hasta nuevo aviso de forma online para el curso 2021/22». Este anuncio dio lugar a un escrito de los profesores lamentando que las escuelas no hayan comenzado todavía y que la concejalía decidiese que lo hiciese de forma virtual «sin dar ninguna explicación de por qué no podíamos volver a las clases presenciales como el resto de enseñanzas y servicios del ayuntamiento». Al mismo tiempo, un grupo de padres ha iniciado una recogida de firmas en el portal change.org (que ayer por la tarde sumaba 663 rúbricas). Estos padres lamentan que aunque en otras áreas educativa la presencialidad se ha ido recuperando, no ha sucedido así en las escuelas municipales de música, a pesar de que el escenario sanitario «ha cambiado bastante». Argumentan que «la repercusión para la educación musical de nuestros hijos va a ser irreparable», pues llevan casi 2 años con clases online. «No se puede enseñar a tocar un instrumento sin un profesor de forma presencial y más si son alumnos pequeños que exigen una dirección clara y física en los movimientos de sus manos y su postura corporal», señalan.

Morcillo explicó que ha estado en conversaciones con los directores de los colegios y con el secretario general de la Consejería de Educación para concretar el protocolo covid. Los responsables de los centros piden al ayuntamiento servicio de limpieza y, por otro lado, la concejalía publicará «lo antes posible» la licitación de la contratación de conserjes para el control de las entradas y las salidas. Además, se impedirá que los padres puedan tener acceso.

Las aulas que se utilizarán no podrán superar el número de alumnos que ocupan por las mañanas, para los que ya están preparadas, con los pupitres necesarios. Precisamente por esta situación, dado que los grupos de alumnos son más reducidos, se necesitarán más aulas. La coordinadora de las escuelas visitará los centros educativos para comprobar cómo se puede organizar este curso. «Hemos estado esperando que los colegios empiecen su ritmo normal de actividad», señala la responsable de la concejalía, que entiende que se ha podido producir un «malentendido» con la información que aparece en la web, pues la intención del ayuntamiento siempre ha sido recuperar la presencialidad «cuando se pueda». Paloma Morcillo insiste en que la situación sanitaria obliga a readaptar las escuelas y por eso han estado esperando a que se organizasen los colegios. La responsable municipal no pude fijar aún una fecha de inicio del curso.

Los profesores piden también en el mismo comunicado una sede propia para las escuelas, pero la concejala responde que no son un conservatorio y que su peculiaridad reside en que se acercan a distintos barrios. Está de acuerdo, eso sí, como pide el profesorado, en que el curso comience en septiembre y acabe en junio, pero necesitaría más presupuesto.